Justo hace una semana representantes de partidos políticos que no conseguimos
entrar en el actual pleno municipal fuimos recibidos en su despacho por El
Notario, alcalde de Estepona. Todos los “invitados” manifestamos una gran
sorpresa por tan insólita convocatoria. Nunca un gobernante local había querido
“compartir impresiones con nosotros respecto a Estepona”, como nos manifestó la
concejala encargada de llamarnos. Y eso, que el que manda quiera oír a los que
no mandamos, es algo inaudito en nuestro pueblo, y en todos los pueblos. Como es
obligatorio en las formaciones democráticas, pedí el pronunciamiento de mis
compañeros respecto a participar o no, y ellos decidieron, contra mi criterio,
que asistiese a ese acto.
Digo contra mi criterio porque pensaba, y sigo pensando, que poco tenemos en común los que defendemos modelos económicos, sociales y políticos tan distantes y que marcan tantas discrepancias como las que cada semana pongo de manifiesto en esta columna. Era la primera vez que hablaba con él y aunque tengo que reconocer su trato educado –yo soy mucho más bruto, o menos políticamente correcto– sigo manteniendo idéntica opinión respecto al Notario, tanta que ni siquiera le apeo el alias. Es intolerable su forma de hacer política, son intolerables sus “amistades” empresariales, tan intolerable como el trato de favor que los presuntos corruptos de nuestro pueblo reciben de su parte. Pero, sobre todas las cosas, es intolerable su gestión del modelo político ultraliberal, el del PP en toda España, que le han supuesto ser avanzadilla dentro de su partido cuando se ha tratado de despidos del personal municipal, la privatización de servicios o la supresión de servicios asistenciales. También ha sido brillante pionero, aunque ahí tiene entre los populares más competencia, en el carácter antidemocrático –prefascista– de sus formas.
Durante estos dos años, además de desnudar a la administración para favorecer intereses privados, también se han cerrado servicios que dejan a cientos de ciudadanos desasistidos, precisamente los más vulnerables. Y en estos momentos en los que la sospecha sobre los actos de gobierno está más que justificada, tengo que recordar que durante estos dos años de gobierno en nuestro pueblo se han privatizado los servicios de playas, limpieza de edificios públicos, jardines e infraestructuras y puede que olvide alguno. Todos han ido a parar, casualidades o no, a empresas que normalmente son adjudicatarias de los mismos servicios siempre que los ayuntamientos sean del PP. Tengo que recordar también la “fortuna” que ha acompañado a dos empresas comarcales, casi únicas adjudicatarias de cuanto concurso de obras se ha celebrado. Amigos y militantes del PP, efectivamente.
Cumpliendo todos los preceptos del populismo, el Notario, obviando que la policía local es para todos, se rodea de una guardia personal capaz de perseguir a los ciudadanos, llevándolos a juicio cuando le gritan algo que le incomoda, o que los mantiene a buen recaudo tras unas vallas como sucedió durante las negociaciones del ERE. Al mismo tiempo, utiliza los medios de comunicación que pagamos entre todos para crearse una aureola de persona honrada, gran gestor y amable personaje capaz de abrazar niños y ancianos si la ocasión lo amerita.
Curioso por cierto que es al mismo tiempo capaz de usar hasta la saciedad a la radio televisión pública como de despreciarla en una reunión en la que nos encontrábamos lenguaraces adversarios políticos. Sí, compañeros de la tele, sois inútiles para nuestro alcalde. Por cierto, que también serán inútiles los dos cargos políticos, Lozano y Gerez, que tan generosamente paga con nuestro dinero.
Así que más allá de haberme recibido en su despacho no olvido que nuestro Alcalde es el que no soporta que unos ciudadanos legítimamente indignados le griten por la calle lo que consideran es su condición personal. Le gritaron lo que pensaban de él por permitir que una pobre mujer discapacitada durmiese en la calle. Esta semana nos hemos enterado que la militante de Stop Deshaucios, juzgada hace unos días, ha sido condenada a 20 días de arresto domiciliario por gritar lo que salió de su corazón cuando nuestro Notario le daba la espalda, ignorándola, atento a la parafernalia de una inauguración en lugar de a las reclamaciones de unos ciudadanos menos afortunados que él mismo.
No cuente, Notario, con nosotros para ser su leal oposición, pues nuestras diferencias van mucho más allá del quítate tú para ponerme yo al que están acostumbrados.
Digo contra mi criterio porque pensaba, y sigo pensando, que poco tenemos en común los que defendemos modelos económicos, sociales y políticos tan distantes y que marcan tantas discrepancias como las que cada semana pongo de manifiesto en esta columna. Era la primera vez que hablaba con él y aunque tengo que reconocer su trato educado –yo soy mucho más bruto, o menos políticamente correcto– sigo manteniendo idéntica opinión respecto al Notario, tanta que ni siquiera le apeo el alias. Es intolerable su forma de hacer política, son intolerables sus “amistades” empresariales, tan intolerable como el trato de favor que los presuntos corruptos de nuestro pueblo reciben de su parte. Pero, sobre todas las cosas, es intolerable su gestión del modelo político ultraliberal, el del PP en toda España, que le han supuesto ser avanzadilla dentro de su partido cuando se ha tratado de despidos del personal municipal, la privatización de servicios o la supresión de servicios asistenciales. También ha sido brillante pionero, aunque ahí tiene entre los populares más competencia, en el carácter antidemocrático –prefascista– de sus formas.
Durante estos dos años, además de desnudar a la administración para favorecer intereses privados, también se han cerrado servicios que dejan a cientos de ciudadanos desasistidos, precisamente los más vulnerables. Y en estos momentos en los que la sospecha sobre los actos de gobierno está más que justificada, tengo que recordar que durante estos dos años de gobierno en nuestro pueblo se han privatizado los servicios de playas, limpieza de edificios públicos, jardines e infraestructuras y puede que olvide alguno. Todos han ido a parar, casualidades o no, a empresas que normalmente son adjudicatarias de los mismos servicios siempre que los ayuntamientos sean del PP. Tengo que recordar también la “fortuna” que ha acompañado a dos empresas comarcales, casi únicas adjudicatarias de cuanto concurso de obras se ha celebrado. Amigos y militantes del PP, efectivamente.
Cumpliendo todos los preceptos del populismo, el Notario, obviando que la policía local es para todos, se rodea de una guardia personal capaz de perseguir a los ciudadanos, llevándolos a juicio cuando le gritan algo que le incomoda, o que los mantiene a buen recaudo tras unas vallas como sucedió durante las negociaciones del ERE. Al mismo tiempo, utiliza los medios de comunicación que pagamos entre todos para crearse una aureola de persona honrada, gran gestor y amable personaje capaz de abrazar niños y ancianos si la ocasión lo amerita.
Curioso por cierto que es al mismo tiempo capaz de usar hasta la saciedad a la radio televisión pública como de despreciarla en una reunión en la que nos encontrábamos lenguaraces adversarios políticos. Sí, compañeros de la tele, sois inútiles para nuestro alcalde. Por cierto, que también serán inútiles los dos cargos políticos, Lozano y Gerez, que tan generosamente paga con nuestro dinero.
Así que más allá de haberme recibido en su despacho no olvido que nuestro Alcalde es el que no soporta que unos ciudadanos legítimamente indignados le griten por la calle lo que consideran es su condición personal. Le gritaron lo que pensaban de él por permitir que una pobre mujer discapacitada durmiese en la calle. Esta semana nos hemos enterado que la militante de Stop Deshaucios, juzgada hace unos días, ha sido condenada a 20 días de arresto domiciliario por gritar lo que salió de su corazón cuando nuestro Notario le daba la espalda, ignorándola, atento a la parafernalia de una inauguración en lugar de a las reclamaciones de unos ciudadanos menos afortunados que él mismo.
No cuente, Notario, con nosotros para ser su leal oposición, pues nuestras diferencias van mucho más allá del quítate tú para ponerme yo al que están acostumbrados.
1 comentario:
Oponente reconciliado...oponente agazapado...
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