Publicado en Estepona Información el 20/04/2013
Parece mentira, pero las cosas siguen siendo así en nuestra ciudad. Nuestro
Ayuntamiento sigue propiciando la especulación urbanística mientras la acción de
un grupo de vecinos conseguía impedir el desalojo de una mujer discapacitada y
su hijo. Los concienciados, solidarios y arriesgados ciudadanos se enfrentaron a
los jueces y a un impresionante y desproporcionado despliegue policial para
evitar que Leonor durmiese en la calle. Hay que recordar que eso habría sido así
ante la indiferencia e inacción del Ayuntamiento y el resto de administraciones
implicadas, a las que solo el escándalo parece perturbar.
En el pleno de
esta semana, y solo tras la gran lección otorgada por los activistas de Stop
Deshacios 15M en Estepona, el ayuntamiento aprobó “intentar” conseguir una
solución al problema de la familia que esta semana se pretendía dejar
desamparada. Quieren contrarrestar la escandalosa imagen que supone que
servidores públicos se dediquen a sacar vecinos de sus casas, armados hasta los
dientes y haciendo uso de una fuerza que solo entenderíamos para atajar la grave
crisis delincuencial que padecemos en el Estado Español.
Porque esa sí
que sería una loable labor policial, cercar las sedes bancarias, de las grandes
empresas y de los grandes partidos políticos causantes de la pobreza material y
ética de los ciudadanos. Conducir esposados ante jueces independientes y justos
a los presidentes de consejos de administración, tesoreros, ministros,
alcaldes y demás miembros de esa delincuencia organizada que supone las redes
de corrupción.
Pero, como ya anticipaba, lejos de eso en Estepona, y
salvo el gesto forzado por las circunstancias de “ayudar” a Leonor, esos
delincuentes siguen teniendo el amparo, cariño y protección que solo entre
fraternales miembros de logias, clubes o mafias se dispensa.
Nuestro
Alcalde, y su sumiso gobierno, pretende premiar a un delincuente común, con un
regalo vía edificabilidad aumentada de forma gratuita para el Sr. Román Zurdo,
reiteradamente condenado por delitos contra los ciudadanos. Mientras El Notario
observa sin inmutarse el triste destino de una pobre mujer discapacitada, hace
más rico aún a un personaje de lo peor de la sociedad. Quizá porque es amigo
suyo, quizá porque se mueven en el mismo ámbito, quién sabe si por
agradecimiento a aquellos negocios que el Sr. García Urbano mantuvo con la
estructura gilista marbellí. Esa relación que tiene a su socio, el hijo del nazi
Hoffman, pendiente de cita con los jueces.
jueves, mayo 02, 2013
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