jueves, noviembre 25, 2010

Políticas verdes

Publicado en Estepona Información el 20/11/2010

Dicen del candidato popular que “piensa en verde” porque habla de plantar 7.000 árboles en el término municipal, y esa es la mayor de sus propuestas medioambientales. En una lectura precipitada, parecería una propuesta positiva, a imitar y apoyar.

Yendo un poco más allá nos encontramos con que incluye su proyecto especies extrañas a nuestra tierra como la tipuana, de origen sudamericano y poco recomendable en calles y avenidas por la agresividad de sus raíces. Y si continuamos leyendo nos encontramos con la famosa coletilla del coste cero. Ya estamos más que acostumbrados a que los costes cero supongan enriquecimiento ilícito de unos cuantos en detrimento del conjunto de la comunidad.

Sin embargo, y más allá de lo discutible del modelo de ajardinamiento, nos llama la atención la facilidad en colocarse la etiqueta “verde” o “ecológico” cuando hablan de colocar cuatro macetas en las calles del centro.

El Sr. García Urbano y su P.P. anuncia su furor “ecologista” al mismo tiempo que mantienen como solución para los campitos la urbanización como solución del problema. Sin discriminar tamaño, uso o relevancia paisajística se insiste desde la derecha esteponera, rancia incluso a la sombra de una tipuana, que hay que convertir en urbanos todos los territorios municipales invadidos de facto por la voracidad constructora de esos ciudadanos que han levantado mansiones en terrenos inundables o sobre vías pecuarias públicas.

Las políticas medioambientales no se ciñen al número de jardines ni a la gestión de los residuos sólidos urbanos. Incluyendo una adecuada gestión de la ciudad, en un municipio como el nuestro lo principal es preservar el mayor de nuestros tesoros: Nuestro magnífico entorno natural. Y es desde un planeamiento urbanístico riguroso, que reconozca la naturaleza finita de los recursos, alejado de crecimientos antinaturales, defensor del paisaje, que fomente las potencialidades agrícolas y ganaderas y que pelee de forma incansable por preservar para siempre Sierra Bermeja, las dunas de Saladillo, los arroyos y playas como se harán políticas “verdes”.

lunes, noviembre 15, 2010

La mosca tras la oreja

Publicado en Estepona Información el 13/11/2010

El escepticismo general entre la población ante el anuncio de un nuevo convenio, enésimo, respecto a la legendaria universidad de Estepona no nos puede sorprender. Ya llevamos muchas convocatorias electorales y cada una de ellas ha contado con el ruido universitario incluido.

Hace ya tiempo que desde estas páginas dijimos que la Universidad no es una aspiración de la clase política esteponera sino la excusa para la concreción de un negocio inmobiliario que siempre tendrá como objetivo el enriquecimiento de unos propietarios ajenos al espíritu de la herencia Nadal-Guerrero y que llevan décadas centrados únicamente en la maximización de sus beneficios empresariales.

Y una vez más se nos vuelve a presentar a escasos meses de las elecciones como ya realizada la que viene siendo mítica esperanza esteponera, su Universidad. Sin embargo, las coincidencias entre este anuncio y los anteriormente presentados son tantas que no nos queda más remedio que plantear una extremada cautela en la valoración.

Volvemos a ver sobre la mesa el misterioso “proyecto” de Barrientos y la UMA con una fantasmagórica licenciatura relativa al deporte, y sentados a los mismos actores implicados, el PSOE y los grupos financieros Unicaja e Hidalgo, ninguno de ellos caracterizado por su altruismo precisamente.

También, repitiendo esquemas que deberían ser absolutamente desterrados, nos encontramos con el oscurantismo de la negociación, el triunfalismo y la demagogia en la presentación y un intento de dificultar la comprensión de un documento complejo y que puede esconder justo lo único que no se nos cuenta en rueda de prensa: Las contraprestaciones que recibirán los propietarios actuales por tan desprendido y generoso convenio con nuestro Ayuntamiento.

Por si fuera poco, para llevar a buen término este convenio se contempla la imaginaria construcción de 6.500 viviendas para las que no hay mercado, necesidad ni futuros habitantes. Como nos pasó en los anuncios de Gil Marín, Caba, Rosa Díez y Barrientos, comprenderán que algunos tengamos la mosca tras de la oreja.

lunes, noviembre 08, 2010

Y ahora, el Supremo

Publicado en Estepona Información el 06/11/2010

No somos los esteponeros una excepción cuando de comportamientos extravagantes se trata. Está frecuentemente extendido por la península el prestar oídos a personajes que deberían andar escondidos en lugar de ir exhibiéndose por plazas y mercados.

Y no, no me refiero a esos fenómenos mediáticos que llenan las pantallas nocturnas contándonos sus miserias personales, sino a aquellos que son capaces de presentarse ante los ciudadanos, pedirles su confianza, defraudarla y volver a pedirla como si con ellos no fuese la cosa.

En Estepona tenemos cumplidos ejemplos de lo anterior. Algunos ya forman parte del acervo popular, como ese dirigente que sin ideología ni pensamiento propio alguno lleva décadas deambulando de un partido a otro a la busca de un escañito desde el que hablar de pastos, casmisnos rurales, porconsiguientes y otras perlas lingüísticas propias.

Y hay otros, más peligrosos, que tienen intención de presentarse a las elecciones aunque estén condenados por causar daños directos al Ayuntamiento. Ese ayuntamiento que debería ser de todos y algunos pensaban que era para ellos solos.

El Tribunal Supremo ha ratificado las sentencias del Tribunal de Cuentas por las que, a instancias de Los Verdes, fueron condenados el Sr. Crespo y otros miembros del partido GIL por alcance contable. El Sr. Crespo, está probado, percibió cantidades de las arcas públicas a las que no tenía derecho.

Lamentablemente, la inacción de los demás partidos políticos de la localidad y la acción interesada del PSOE comandado por Barrientos ha impedido que las cantidades a recuperar sean más importantes. Únicamente nuestro pequeño partido puso toda la carne posible en el asador para recuperar para todos la mayor cantidad de dinero posible.

Sin embargo, tanto el PSOE como PP, IU y PA participaron en gobiernos con los ahora condenados, mirando para otro sitio cuando del interés público se trataba. Y siguen tratando como a iguales a aquellos que hoy han visto ratificadas sus condenas por el Tribunal Supremo. Quizá porque efectivamente sean iguales. Nosotros no lo somos.