lunes, mayo 13, 2013

Dejad que los niños...

Publicado en Estepona Información el 11/05/2013



Me cuentan que esta semana se ha celebrado el tradicional “Pleno infantil y juvenil”. Ya saben, entre los colegiales de la localidad se eligen a unos “representantes” que asumirán durante un día y de forma simbólica los roles desempeñados por  los cargos electos municipales.

Una forma de acercar la política a los jóvenes, haciéndoles conocer desde el sillón de la concejalía el funcionamiento de los plenos, educándoles en la alternancia en el uso de la palabra, entre otras cuestiones formales.

¿A quién esperan conocer los estudiantes esos días de “pleno”? Han acertado:  A su Alcalde y Concejales. Creo que cada año ha acudido el que era Alcalde o Alcaldesa de Estepona, y les acompañaba, poniéndose a disposición de los chavales para compartir con todos la nobleza de la tarea política.

Ayer no. En Estepona nuestro Alcalde no está para fruslerías. Ni él ni ninguno de los miembros de su equipo de gobierno. Nadie acompañó a los chavales. Descarto que haya sido porque la política tenga tan buena imagen que no necesita de actos de este tipo para ser apreciada por los ciudadanos. Así que pensaré que se debe a otra cosilla que me han contado.

El Ayuntamiento exigió conocer de antemano quién haría las preguntas y el texto de las  que la chiquillería le tenía preparadas para el Alcalde. Y al de las tres carreras no le parecería prudente enfrentarse a unos chicos que le podrían poner en un brete. Imagínense si le preguntan por qué ha incumplido las promesas electorales respecto al paro, por ejemplo. O si a algún espabilado le da por requerir por sus relaciones con los imputados en Malaya o Astapa. Una tragedia si alguno de los presentes fuese hijo de un despedido en el ERE, por ejemplo.

Aún así, y teniendo los nombres de los chicos, imprescindibles para denunciarles como hizo hace unos días con la activista de STOP Deshaucios o como quiere hacer con los usuarios del foro internet de los del 15M, el alcalde no tuvo arrestos para sentarse frente a esos niños.

Ya he hablado alguna vez de los problemas que aparentemente afectan a la personalidad de nuestro primer edil. Y ahora tengo que sumar la paranoia, de forma evidente, cada vez más protegido tras los escoltas, el Notario se siente perseguido y en peligro. En realidad solo corre el peligro a esas preguntas inoportunas, y visto lo visto, tendrá que acostumbrarse a saber que siempre habrá alguien cerca que en lugar de adularle le diga la verdad sobre su indigno comportamiento político. Y sí, puede que sea un niño.

1 comentario:

Unknown dijo...

pppffff.... fotón.... ja ja... :)