lunes, julio 29, 2013

Que se jodan

Publicado en Estepona Información el 27/07/2013


Antes de comenzar  a escribir sobre nuestro desdichado pueblo, quiero desde aquí sumarme a la pena que ha supuesto el accidente de tren en Santiago. Como persona y como peregrino manifiesto desde aquí mis deseos de restablecimiento para todos los heridos y mis condolencias para los familiares de los fallecidos, a los que espero que la tierra les sea leve. Al mismo tiempo, me sumo a los que exigen una investigación completa del desastre y que todos aquellos que resulten responsables de este terrible suceso cumplan ante la justicia si del conocimiento de los hechos se derivasen culpabilidades.

Desde luego, nada de lo que pasa en Estepona es equiparable a lo de Compostela. Nuestras cuitas  son otras, también dolorosas por lo sostenidas en el tiempo aunque de un carácter distinto. Por cierto, de esas tenemos responsables con nombres y apellidos.

Este jueves nuestro Pleno municipal tuvo el atrevimiento de conceder bonificaciones fiscales a un grupo de instituciones privadas que, de nuevo, muestran el sesgo ideológico, casposo y de extrema derecha, de nuestro alcalde, el Notario. Nuevamente son sus amigos y correligionarios –nunca mejor dicho– los que vuelven a ser señalados por el Sr. García Urbano para recibir prebendas a costa del conjunto de los vecinos.

Cinco cofradías semanasanteras, dos exclusivos y privados clubes deportivos y la siempre bien tratada Cooperativa Agrícola pagarán un 95% menos de IBI en base a un supuesto interés social que no está justificado y que, si me permiten, voy a intentar desmontar.

¿Cómo han  conseguido propiedades sujetas al IBI esas cinco cofradías? Desde luego no ha sido desarrollando labor social alguna, ni siquiera las caritativas a las que les obliga su confesión religiosa. De hecho, si han comprado inmuebles ha sido para custodiar los tesoros que de forma avara han acumulado. Mantos con bordados de oro, ídolos de madera policromada, tronos y artilugios varios de importantísimo valor material que necesitan inmuebles lujosos para albergarlos y que en ningún momento se han planteado con fin de interés social, sino exclusivamente como objeto de ostentación y vanidad.

Crean ustedes que me importa un pimiento cómo consiguen los dineros para esos dispendios las cofradías. Aunque en eso hay una excepción. Si los fondos destinados a la compra de horteras elementos semanasanteros se hace con fondos públicos me cabrea un montón. Y ese, y no otro, será el destino de la bonificación del IBI que recibirán nuestros catoliquísimos vecinos.

Dos organizaciones deportivas, una más popular y otra completamente exclusiva  –aunque ambas destinadas al uso privativo de sus socios– recibirán un tratamiento privilegiado que contrasta con la disminución de personal, de dotaciones y de medios de las propias infraestructuras municipales deportivas. Desconocemos, aunque puede que entonces lo entendiésemos,  si paralelamente al regalito han contraído compromisos con el municipio para compartir sus instalaciones.

Respecto a la Cooperativa Agrícola, presidida por el Primer Teniente de Alcalde del Ayuntamiento, solo me queda reiterarles el carácter privado, especulativo, ajeno a la agricultura y a la población de sus socios. Incluido su máximo dirigente, el popular Aguilar.

Mientras tanto, el resto de vecinos, incluso aquellos sobre los que pesa un pleito hipotecario por no atender las cuotas bancarias, deberán pagar el total del IBI, y verán embargadas sus cuentas si osan no cumplir con los pagos. Ellos no son ni capillitas, ni amigotes, ni compañeros de paseíto en yate. Que se jodan.

Hasta enterrarlos en el mar

Publicado en VIVA Estepona Información el 20/07/2013


Cuando la podredumbre inunda y apesta a todos los dirigentes del Partido Popular en el Estado, incluidos los andaluces, en los pueblos nos siguen gobernando aquellos que llegaron al poder con muchas falsas promesas, entre ellas la con el mal olor que emanaba el PSOE, tan podrido como el PP.

Pero hay que reconocer que nuestros vecinos, nosotros mismos, somos capaces de sumergirnos una y otra vez en la profunda fosa séptica de la corrupción a la espera de putrefactas migajas. Basta la promesa de una pequeña hez en forma de prebenda  para olvidar nuestros principios éticos y abrazar al político más corrupto sin sonrojo. 

Por eso no espero mucho del escándalo que estos días se levanta en todos los medios de comunicación. En realidad no es noticia que políticos cobren comisiones a empresarios a cambio de contratos con la administración. Esa es la esencia de nuestro sistema, así se está construyendo la España postfranquista. Entre empresarios corrompedores y políticos comisionistas. Condición esta última reconocida hasta por el titular de la Casa Real y como todo el mundo sabe, por debajo del Rey, todos.

Sinceramente, me escandalizan tanto los sobres marrones como la farisaica actitud de Rubalcaba y sus acólitos, de seguro inmersos en la misma mierda de la financiación ilegal del PSOE  tanto como como el PP y CiU, ya trincados. Y sin dejar escapar a otros, como nuestra IU andaluza, que deberá dar explicaciones a sus votantes, puede que también a los jueces, por algunos asuntos. Como el de Manilva, por ejemplo.

Porque la cuestión no es cuánto de chorizo nos ha salido el Bárcenas, el Rajoy o la Cospedal, que parecen que lo son y mucho. La clave está en este sistema económico político sustentado por las grandes corporaciones financieras e industriales, compradoras de voluntades, creadoras de opinión pública y auténticas manos negras de las direcciones de los dos grandes partidos.

Me niego a aceptar que la corrupción se acaba cuando Luis, El Cabrón, vaya  a la cárcel por unas cuantas semanas. Más allá de la actuación de este personaje tenemos que ser conscientes de la cotidianeidad de una situación que se ha repetido en la sede del PP como en la de los otros grandes partidos. Los sobres corrían de mano en mano con absoluta normalidad, con el conocimiento de todos los dirigentes y con la complacencia de todos los militantes.

Porque esto ha pasado  hasta en el último de los pueblecitos del territorio. Los que ilusionados pegaban carteles con la efigie de sus candidatos, preparaban paellas multitudinarias o asistían a conciertos de estrellas de la televisión no preguntaban quién pagaba aquello.  Quizá porque conocían sobradamente las respuestas. El dinero de la contratación de Andy y Lucas venía de un promotor inmobiliario. Y cuando se hacían ese tipo de entregas no era por convicciones ideológicas, sino para consolidar una posición de privilegio en las futuras negociaciones con la administración. Todos los militantes, hasta el actual Presidente del Tribunal Constitucional, sabían que con los 3 euros al mes que pagaban era imposible costear aquellos dispendios.

No cabe esconder la cabeza, echar pestes de Cospedal cuando se intenta esconder los ERE’s o hablar del  Palau de la Música para obviar Mercasevilla. Nuestro sistema político es corrupto de arriba abajo, y no tenemos un solo partido podrido sino que la mierda inunda las sedes de todos los grandes y muchos pequeños partidos, especialmente de ámbito local. No basta cambiar a Rajoy por Soraya o Griñán por Susana. Hay que limpiar la fosa séptica  inundándola  de agua clara, hasta enterrarlos en la mar.

martes, julio 16, 2013

La más luminosa

Publicado en Estepona Información el 13/07/2013



Esta semana un amigo –uno de los represaliados del ERE del Ayuntamiento de Estepona– me decía “Oye, acabo de presenciar en la  calle Real una escena de película. No sé si ‘Bienvenido Mr. Marshall’, pero en todo caso de cine producido en pleno franquismo. Por la caspa diría que más que de Berlanga parecía del tipo ‘Marcelino, pan y vino’ o ‘Sor Citroën’ ”.

La escena en cuestión la protagonizaba  el numeroso séquito que acompañaba tanto al Obispo católico de Málaga como al Alcalde de Estepona. Alcalde católico también, supongo,  que ya se sabe que se puede profesar tan piadosa fe aunque se tengan fábricas de armas o se violen críos. Así que nuestro alcalde no habrá sido excomulgado simplemente por tener un hotel de esos que llaman de “ambiente liberal”.

Pero a lo que íbamos, la escolta de ambos personajes se componía de muchas chaquetas, bastantes alzacuellos  que en procesión y debidamente protegidos por  las fuerzas de los de orden acudían  a formalizar ante notario  –no el “nuestro” sino otro– la operación que sepultaba de nuevo la Herencia Nadal Guerrero y dejaba preparado el terreno para la última gran operación especulativa en la localidad.

Perdón, cuando dije terreno preparado me refería a “terrenos”, ya que en la jugada cuentan tanto la parcela de calle Terraza como otras en el extrarradio y alguna en el Polígono. Todo un negociazo que se cierra entre amigos, correligionarios y camaradas y puede que solo a falta de un inversor que termine de convertir en dinero las parcelas que ahora se adjudican a la Cooperativa Agrícola.

Por cierto, y por si a alguien se le escapa, en nuestra costa –la Costa Nostra que decía el dirigente comunista Antonio Romero– cuando hablamos de inversor puede que estemos utilizando un eufemismo cariñoso que suele esconder en realidad a un narcotraficante, un mafioso o un dictador. Pueden ser de nacionalidad española, rusa, árabe o italiana pero más allá del lugar de nacimiento comparten entre ellos y con los mandatarios locales la afición a explotar a los trabajadores de cualquier sitio en el que pongan el punto de mira.

Una vez más, el poder político local se aliaba con la institución católica para esquilmar el legado Nadal Guerrero. Legado que algunos ilusos creyeron para el pueblo de Estepona y que aparentemente fue  instituido por unas reputadas como bellísimas y bienintencionadas  personas. Obviando, u ocultando, que la historia nos recuerda también que uno de ellos era el Camisa Vieja José Nadal, uno de los primeros carnets de Falange en Estepona, y que el beaterio de Antonia Guerrero la hacían fácil objeto de rapiña para la bimilenaria institución. Ya saben, especializada en apoderarse del patrimonio de esas pobres mujeres ricas que, por quedar solteras, la educación nacional-católica convertía en víctimas propiciatorias.

Cabe decir, por tanto, que los herederos intelectuales de aquellos legatarios –la extrema derecha nacional y lo más ultra de la Iglesia Católica– han hecho lo que se esperaba de ellos: Se han repartido la pasta. Han contado con la ayuda, también habitual, de la populista socialdemocracia esteponera, que hoy se rasga las vestiduras  pero hace poco más de dos años facilitaba la cesión de terrenos para la construcción de un centro de adoctrinamiento disfrazado de colegio, el Juan XXIII.

Alguien dijo que la iglesia más luminosa es la que arde.  Se equivocaba, para rebatirlo basta con visitar la Iglesia de la Encarnación en Casares hoy reconvertida en Centro Cultural.  Pero ¿a que el valor metafórico de la frase sigue vigente?

sábado, julio 13, 2013

A topos

Publicado en Estepona Información el 06/07/2013

Se celebra esta semana, como cada año, nuestra peculiar semana de feria. Ya saben, debemos ser el único municipio de todo el Estado en el que la feria no cuenta con ningún día no laborable. “Feriados” se llaman también, y así se explican muchas cosas.

Pero en Estepona nuestro querido Notario ha pretendido hacer aún más original nuestra feria sin día de fiesta. Este año los fuegos artificiales se tiraron el martes, facilitando así que los cada vez más numerosos esteponeros sin trabajo los disfrutasen junto a los escasos turistas que han llegado. Es cierto que lo del martes ha impedido que los vean aquellos afortunados con horario laboral, aunque eso cuadra con su estrategia de molestar al mayor número de vecinos. Y, en esa línea, se situó ese escenario hortera a más no poder en plena calle  para celebrar la tradicionalmente hortera y sexista coronación de las “reinas de las fiestas”. Objetivo conseguido, al colapsar una de las vías de mayor circulación de la localidad propició que casi todos los residentes y nuestros visitantes percibiesen que “algo” estaba pasando en el pueblo. Continuando con su labor de puteo al personal, los trabajadores de la administración local han vuelto a ver como sus derechos adquiridos siguen siendo pisoteados,  y la reducción de jornada laboral que en casi todos los convenios colectivos se contempla ha desaparecido como  otras muchas conquistas laborales. Suponemos que para dejar claro quién manda, porque dudo mucho que haya conseguido con esa medida más que cabrear a sus empleados, casi súbditos ahora.

Aunque todo eso son tonterías cuando hablamos de la gran realidad. La feria llega otro año, cada año un poco más, a un pueblo en el que la convivencia se vuelve cada día más difícil, la necesidad acucia a más familias y que cada vez son menos los que pueden disponer de aquellos cientos de euros gastados alegremente en la diversión que suponía la feria.

No soy un nostálgico del despilfarro que las familias hacían en las casetas o la feria de día, pero sí que causa tristeza el que la mitad de nuestros vecinos –muchos en paro y agotadas las prestaciones y subsidios– no puedan ni tomar una cerveza o, mucho peor, pasear a sus hijos pequeños en los cacharritos.

Nada más lejos de aquellas épocas, esta semana conocíamos del desalojo de una de las viviendas municipales de Santo Tomás de Aquino porque el ocupante no ha podido pagar el precio que nuestro Ayuntamiento quiere. También el caso de Carolina y su familia, esperando su inminente desahucio, o el de la familia que ayer se encontró con que la única solución que propone nuestro Ayuntamiento es la de separar a los padres de los hijos y obligarlos a la mendicidad disfrazada de caridad.

Nuestro municipio se muere mientras los gobernantes actuales, y los que pretenden llegar a serlo, no ven más allá de sus patéticas narices. E insisten en prometernos el oro y el moro de la construcción, los grandes centros comerciales y los fantasmales inversores como la solución inminente que nos arrojará de nuevo a gastar lo que no tenemos en alcohol y ropa.

Mientras nos miente, nuestro Notario presidirá alegremente el sacrificio de seis bellos animales, seis, ignorante de todo salvo de su propio bienestar, sonriente junto a señoritas pintadas de rubio y vestidas a topos. Contento del señorito sevillano que cree ser.

sábado, julio 06, 2013

Berlanga y Torrente

Publicado en Estepona Información el 29/06/2013





Que Luis García Berlanga fue fiel notario de nuestra hilarante realidad no hay quien lo dude. Su humor ácido, exagerando de forma ligera las situaciones, no conseguía convertir en ficción sus historias sino, todo lo contrario, retratar a nuestros convecinos de forma impecable, más que realista. Y es que hay que asumirlo, hay cada españolito que es para descojonarse.

Estas últimas semanas hemos sido testigos de cómo se indulta a banqueros, los fiscales apoyan a los corruptos y persiguen a pobres diablos encarcelados por robar una gallina. Los miembros del PPSOE se arrojan mutuamente terribles casos de corrupción sin sonrojarse. Las más altas jerarquías del Estado se van, con fondos públicos,  de putas a África o de putos a Marbella, que de todo ha habido. Y por si fuera poco, una gran parte de los ciudadanos piensan seguir votando al PP o al PSOE ¿No es para reírse?

En nuestra costa tampoco somos inmunes a ese delirio nacional que supone el convivir cotidianamente con el esperpento. Ha sido curioso oír esta semana a líderes del PP quejándose de Izquierda Unida por supuesta inacción en el caso Manilva, sin siquiera recordar lo que ellos llevan encima en Madrid, Valencia o el propio Gobierno del Estado, que se tambalea abrumado por el caso Gürtel. Y lo que queda, si se le suelta la lengua al preso preventivo Bárcenas.

En nuestro país no hay institución que resista el cachondeo y el descrédito. Ni el poderosísimo ordenador de la Agencia Tributaria ha escapado a las risas, justificadas, de los ciudadanos. Dudar sobre si la pata la metieron los hasta ahora reputados como poseedores de la verdad absoluta, también conocidos como Notarios y Registradores, o fue el infalible cerebro del fisco el que nos la quería meter doblada puede ser la comedia chusca de este verano.

Y no les van a la zaga los chicos de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Ambas instituciones, herederas directas de la época de Franco –por heredar también los instructores y mandos de los cuerpos policiales de la dictadura– no hacen más que cubrir su expediente con meteduras de pata dignas de figurar en cualquier guión del Gran Berlanga.

Hace muy  pocos días la Subdelegación del Gobierno en Sevilla sancionó a varios militantes del SAT por participar en la ocupación de la finca de Las Turquillas. Los informes necesarios para esas denuncias partían, cosa lógica, de los citados cuerpos de seguridad. Pues bien, entre los sancionados se encontraba un sindicalista que durante los hechos estaba a cientos de kilómetros, en Granada. Portando una pancarta en otro acto del sindicato y tomando la palabra en el mismo.

Que los cuerpos policiales del Estado Español participen de la estrategia del gobierno popular de cercenar la libertad sindical y política es hasta comprensible. Son así, está en el ADN antidemocrático que les impregna. Pero quizá sería exigible un poquito de rigor ¿no? Señores de la pulisía, apatrulladores nuestros, multen solo a los que pillen, hombre, no hagan más el ridículo.  

Risibles personajes de la Escopeta Nacional, esos policías que desprecian las libertades civiles y los derechos humanos deberían quedar, sepultados para siempre, en los guiones de Torrente o  García Berlanga, aunque persisten, junto con las otras infectas instituciones del Estado, en dirigir nuestras vidas.