El incremento brutal de la deuda viva del Ayuntamiento de Estepona,
quintuplicada durante el último ejercicio y colocada en la friolera de los 79,5
millones de euros, viene a remarcar el efecto perverso del plan del gobierno
central para acometer el pago a proveedores de las administraciones locales.
La deuda, traspasada desde las cuentas ordinarias del ayuntamiento a las especiales que suponen el crédito bancario proviene del inmenso sacrificio que tuvieron que hacer los ciudadanos para ser incluidos en los planes de Madrid.
Entre otras barbaridades acometidas por el Ayuntamiento, el plan de saneamiento incluía el despido de 176 trabajadores. Sabemos que nada comparado con la gran masa de parados que las políticas neoliberales de PSOE y PP han llegado a acumular en nuestro país, pero mucho si recordamos que han sido nuestros vecinos, los pequeños comerciantes que les abastecían y los bares en los que tomaban café, también de nuestra localidad, los que han notado el brutal efecto del desempleo.
Pero aún hay más, mientras se nos decía que había que revitalizar a la pequeña y mediana empresa ahogada por una administración mal pagadora, cosa completamente cierta, lo que se estaba preparando era otra de las grandes jugadas de la banca internacional para someter la independencia económica de las instituciones, formalizando el atraco más grande jamás gestado en nuestro país.
El gobierno central facilitó el acceso de los bancos españoles a créditos prioritarios de la Comunidad Europea, al 1%, que luego han sido vendidos a los ayuntamientos al 5%. Y todo, no nos engañemos, para que los grandes proveedores municipales cobrasen. Curiosamente, esos grandes proveedores, beneficiarios de la venta de servicios públicos esenciales como la limpieza o el agua, tienen accionariados mayoritarios entre esos mismos bancos que recibieron el crédito europeo.
Y aquí se cierra el círculo. Nuestro ayuntamiento, el que más ha incrementado la deuda con los bancos, es el que despidió más trabajadores, recortó más servicios sociales, condenó a más esteponeros a la exclusión social y secuestró la capacidad económica de nuestro municipio durante más tiempo, de forma más cara y con los peores acreedores: Las depredadoras entidades financieras. Y sin efectos visibles en la economía local, ya que el pago de deudas a empresarios locales es ínfimo comparado con los grandes créditos comprometidos. Gana la banca, y quizá, por qué no, algún listillo.
La deuda, traspasada desde las cuentas ordinarias del ayuntamiento a las especiales que suponen el crédito bancario proviene del inmenso sacrificio que tuvieron que hacer los ciudadanos para ser incluidos en los planes de Madrid.
Entre otras barbaridades acometidas por el Ayuntamiento, el plan de saneamiento incluía el despido de 176 trabajadores. Sabemos que nada comparado con la gran masa de parados que las políticas neoliberales de PSOE y PP han llegado a acumular en nuestro país, pero mucho si recordamos que han sido nuestros vecinos, los pequeños comerciantes que les abastecían y los bares en los que tomaban café, también de nuestra localidad, los que han notado el brutal efecto del desempleo.
Pero aún hay más, mientras se nos decía que había que revitalizar a la pequeña y mediana empresa ahogada por una administración mal pagadora, cosa completamente cierta, lo que se estaba preparando era otra de las grandes jugadas de la banca internacional para someter la independencia económica de las instituciones, formalizando el atraco más grande jamás gestado en nuestro país.
El gobierno central facilitó el acceso de los bancos españoles a créditos prioritarios de la Comunidad Europea, al 1%, que luego han sido vendidos a los ayuntamientos al 5%. Y todo, no nos engañemos, para que los grandes proveedores municipales cobrasen. Curiosamente, esos grandes proveedores, beneficiarios de la venta de servicios públicos esenciales como la limpieza o el agua, tienen accionariados mayoritarios entre esos mismos bancos que recibieron el crédito europeo.
Y aquí se cierra el círculo. Nuestro ayuntamiento, el que más ha incrementado la deuda con los bancos, es el que despidió más trabajadores, recortó más servicios sociales, condenó a más esteponeros a la exclusión social y secuestró la capacidad económica de nuestro municipio durante más tiempo, de forma más cara y con los peores acreedores: Las depredadoras entidades financieras. Y sin efectos visibles en la economía local, ya que el pago de deudas a empresarios locales es ínfimo comparado con los grandes créditos comprometidos. Gana la banca, y quizá, por qué no, algún listillo.
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