domingo, enero 25, 2009

Peras al olmo

Publicado en Estepona Información el 24/01/2009

Hay que ver como somos los humanos de buena fe, insistimos en demandar aquello que nos parece justo aún a sabiendas de que será casi imposible ver atendidas nuestras súplicas.

Y si la falta de respuesta es frecuente en cualquier ámbito de la vida en el político son absolutamente casi lo único recibiremos. Pediremos a quién jamás lo tuvo un comportamiento digno con sus ciudadanos, por si suena la flauta. Solicitaremos a los mayores demagogos y mentirosos que sean honestos con nosotros aún recordando como nos engañaron a la menor oportunidad.

Así, no entendemos aún como se puede pedir a estas alturas que los imputados en Astapa abandonen sus actas. ¿No han dado muestras más que sobradas de que les importa un pepino esa reivindicación? Hay que recordar que algunos de ellos han pasado olímpicamente del código ético interno de su partido, el PSOE, que les aupó al acta. El Sr. Crespo ha sido ya condenado por el Tribunal de Cuentas por actos cometidos durante su mandato como concejal y tampoco dimitió entonces. Imposible nos parece por tanto pedirle al Sr. Reina que vaya más allá que su Jefe en el compromiso ético-político. Y tampoco podremos esperar del Sr. Montesinos ningún paso antes de que haya asumido y entendido su situación procesal, para lo que aún queda bastante tiempo si mantiene su habitual sagacidad.

En la misma línea, de los demagogos y los especialistas en frases vacías no podemos esperar más que mentiras o medias verdades. Así, frases hechas como “la gobernabilidad de Estepona” o “el interés general” sirven de justificación para quien no tiene argumentos a la hora de pactar con tránsfugas, gilistas, derechistas, izquierdistas o el mismo diablo si de mantener el sillón se tratase.

Nosotros, Los Verdes, hemos decidido dejar de solicitar comportamientos éticos a los que repetidamente han pasado por encima de los ciudadanos saltándose todos los principios que falsamente decían defender. Ahora sólo pediremos explicaciones de los hechos concretos, que cada uno se justifique como pueda, pero jamás pediremos de nuevo peras al olmo.

domingo, enero 18, 2009

En la calle

Publicado en Estepona Información el 16/01/2009


Cuando escribo estas líneas faltan pocas horas para que el pueblo de Estepona salga a la calle, convocado por la Plataforma Ciudadana y alentado también por Los Verdes, a decirle a sus gobernantes que las cosas no se hacen como se están haciendo.

Si en anteriores ocasiones fueron el catastrazo, el IBI y la protesta contra la corrupción política parece que las cosas no han cambiado. Llegó enero y con él la anunciada tasa de la basura que incrementó la presión fiscal sobre un municipio castigado por la crisis económica, como todos, y por la corrupción, ineficacia, mala fe y desvergüenza de gran parte de su clase política. También como muchos de la costa española.

Algunos agoreros anuncian que quedan pocos días para que también nos asalte la tasa de alcantarillado, aquel servicio público privatizado por el gobierno de los “socialistas” en plena aplicación de los escasos principios de defensa de lo público que mantenía el gobierno del exalcalde Barrientos y el “izquierdista” Alarcón.

Ahora, aunque pasa el tiempo parece que poco ha cambiado y que se perpetúan las brillantes gestiones realizadas por un equipo de gobierno desideologizado, que lo mismo pactaba con los extremistas del GIL hoy condenados por el Tribunal de Cuentas que con los pseudo progresistas de IU o los esotéricos andalucistas.

Entonces no importaba nada, pues únicamente se trataba de acaparar el poder y ahora, pasada la tormenta Astapa, se repite la desvergüenza: David Valadez, los restos del PSOE e Izquierda Unida rompen el pacto antitransfuguismo e incorporan a su gobierno a dos concejalas que acompañaban al condenado gilista Crespo en su última aventura electoral.

Poco rédito le quedaba a este gobierno y escaso margen nos deja a aquellos que en su momento confiábamos en una forma distinta de hacer política. Lo siento, David, no hay nada que justifique el paso que acabas de dar salvo el último y desesperado intento de permanecer en un sillón que estás demostrando no merecerte. Estarán más que justificados los gritos que, en la calle, soliciten la disolución del ayuntamiento.

sábado, enero 10, 2009

Raíces

Publicado en Estepona Información el 10/01/2009

He leído en diariosol.es que las raíces de un gran árbol provocan daños en las infraestructuras de saneamiento de la barriada antes llamada “25 años de paz”. El titular dice literalmente“Las raíces de un árbol afectan al alcantarillado produciendo vertidos de aguas fecales a la calle” y, además de desear a los vecinos la pronta resolución de un problema tan molesto, no he tenido más remedio que sonreír ante lo metafórico de la situación.



Porque justo eso, que emergen las raíces del gran árbol que destroza Estepona, está sucediendo en realidad. Quedan al descubierto los déficits de estructuras, que se quiebran como el papel ante el empuje oculto del árbol que plantamos hace ya más de una década. Y rompe las tuberías que ocultaban las aguas fecales, que ahora suben a la superficie para regalarnos sus nada beatíficos olores.


Una economía falsa, basada casi exclusivamente en la especulación y el desarrollismo de viviendas destinadas a no ser jamás habitadas nos construyó un gran árbol, que parecía de hermoso porte y frondosas hojas aunque ocultaba también voraces raíces que ahora exigen su tributo.


El sistema político sustentado por la corrupción deja al descubierto la fragilidad de las instituciones, construida a imagen y semejanza de los corruptos, plagada de enchufados e instrumentos necesarios para perpetrar el saqueo de los recursos ciudadanos. Hoy, terminado el ciclo inversor de los blanqueadores de capitales venidos del Este de Europa o la Colombia narcotraficante queda en nuestra localidad un sinfín de viviendas de lujo vacías que son incapaces de ocultar los graves problemas que nos deja en herencia una gestión ineficaz, corrupta y ya veremos si los tribunales deciden que delictiva.

Ahora, cuando las raíces del árbol de la corrupción amenazan nuestras calles llega el momento de evitar los arreglos y parches. No queda más remedio que talarlo, arrancarlo y extirparlo definitivamente. Y es tarea de los ciudadanos el evitar que los corruptos, sus seguidores y los que han disfrutado y disfrutan de la corrupción vuelvan a plantar sus semillas.

martes, enero 06, 2009

La esperanza es verde

Publicado en Estepona Información el 03/01/2009

Estos días un compañero y amigo dejaba en mi buzón electrónico el siguiente texto “Las revoluciones se hacen en momentos de crisis”. Y le tengo que dar la razón, sólo de las metafóricas cenizas de la sociedad del consumismo podrá renacer una nueva, más justa, solidaria y natural.

Y aunque sea por seguir una convención social, no es mal momento el comienzo del año para marcar objetivos, así el de mis compañeros puede ser para 2009 cambiar el mundo que nos rodea.

Y cuando hablamos de cambiarlo es porque estamos convencidos de que una sociedad basada en la sobreexplotación de los recursos materiales y humanos para perpetuar las injusticias no es la que queremos. Respetar la naturaleza y distribuir la riqueza y no la pobreza es posible, porque otro mundo es posible.

Siguiendo la máxima ecologista “piensa globalmente, actúa localmente” recordaré que nuestra Estepona ha sido objeto de depredación criminal por parte de políticos, ciudadanos insolidarios y especuladores que han participado conjuntamente del expolio de nuestros recursos públicos y privados sumiendo a la localidad en un estado actual de parálisis económica, paro y desesperación.

No hay que olvidar que mientras esto es así para muchos de los trabajadores otros han atesorado riquezas y mansiones o han dilapidado en juergas y saraos el esfuerzo colectivo. Ha llegado, quizá, el momento de tomar decisiones sobre nuestro futuro. Un futuro en el que no pueden seguir dirigiéndonos los mismos que hasta ahora han participado de políticas de destrucción y tierra quemada.

Una Estepona nueva, alejada del desarrollismo de la construcción destructora de nuestros recursos naturales. Ajena a la gran corrupción pública que se discute en los juzgados, o a la pequeña corrupción que se ejecuta mediante favores con lo que es de todos o el clientelismo del puesto de trabajo a dedo. Una Estepona en la que los que se han reído de nosotros no tengan cabida es la que queremos a partir de 2009. Quizá sólo sean esperanzas, pero como saben, el color de la esperanza es el verde.