sábado, junio 23, 2012

¿Pinocho o Pinochet?

Publicado en Estepona Información el 23/06/2012



Aunque ya nadie duda en Estepona de la condición personal de mentiroso que atesora personalmente nuestro alcalde, El Notario, ahora debemos preocuparnos sobre si su estado mental le acerca cada vez más peligrosamente a la incapacidad de dirigir un municipio como el nuestro.

El espectáculo de esta semana, en la que se refugió detrás de vallas y movilizó recursos  policiales parecidos a los de un encuentro de fútbol de alto riesgo me hacen temer por su equilibrio personal, que ya vimos alterado cuando se dirigió amenazante a unas periodistas hace pocas semanas.

El Notario, aquejado de miedos irracionales, obligó al cuerpo de la Policía Local a convertirse estos días en guardia personal en lugar de en servidores de la legalidad para toda la ciudanía. Estoy seguro que no fue plato de gusto para la mayoría de los policías ver a sus compañeros de plantilla como “el enemigo” – parafraseando a aquel delegado catalán de gobernación–, preparados para actos que solo caben en la delicada mente del alcalde.

El recurso a supuestas amenazas sufridas por algunos concejales es tan pobre y tan antiguo que no merece más que una carcajada para cualquier observador. Bien sabe El Notario que sus trabajadores son mayoritariamente pacíficos, y que serían ellos mismos los primeros en abortar cualquier gesto violento que partiese de algún incontrolado en sus filas.

Ahora, además de explicar las vallas, los controles, el cierre del salón de plenos o la censura previa a periodistas a los que impide ejercer su trabajo tendrá también que explicar el gasto policial injustificado y abusivo que ha cometido.

Aunque no se esfuercen, El Notario ha decidido no explicar nada. Seguirá en sus negocios inmobiliarios, cerrando servicios públicos asistenciales, sanitarios y educativos mientras privatiza todo lo que pueda generar negocio para un particular. Ah, y aunque le crezca la nariz, como a Pinocho, parece que su ambición es parecerse cada vez más a Pinochet, cercenando la democracia en Estepona. Cualquier día le vemos con gorra de plato, gafas negras, bigotito y brazo en alto.

¡La Virgen!

Publicado en Estepona Información el 16/06/2012

En estos días de rescate, luchas mineras y ERE’s en las administraciones públicas resulta bastante común oír por la calle la expresión “que sea lo que dios quiera”. No seré yo el que se atreva a cuestionar una expresión que forma parte de nuestro acervo cultural pero sí que espero, ojalá valga la redundancia, que no se refieran al dios de nuestros católicos dirigentes.

Porque si es así se estarán encomendando a la Virgen del Rocío, como nuestra ministra Báñez hizo la semana pasada confiando en la Blanca Paloma para que paliase el paro en la provincia de Huelva. Al mismo tiempo, la ministra prepara los futuros recortes de las prestaciones al desempleo, que ya terminó su cristiana tarea en la reforma laboral.

Esperará la decisión del mismo dios del también derechista Dívar, presidente del Supremo, miembro del Opus Dei y al que no le importa ocultar y mentir sobre sus poco católicos viajes a nuestra Costa del Sol. Mientras tanto su Tribunal seguirá absolviendo a millonarios, primando  a franquistas contra demócratas y procurando que jamás pueda acudir un pobre a su interior. Que se necesita mucho dinero para mantener el ritmo de, entre otras cosas, el viajero Dívar.

Es también el dios de nuestra católica majestad, que no puede dormir por el sufrimiento que le infringe el paro de su pueblo y por eso se levanta a las cuatro de la madrugada en Bostwana, preso de insomnio solidario.

En definitiva es el dios de los que están recortando en asistencia social, educación y sanidad. Gastos superfluos como sabemos, o que pueden ser suplidos por la caridad cristiana. Así que todos a remitirse a cáritas, con la mano extendida esperando la limosna. Siempre que no les hagamos pagar IBI, que entonces ni eso nos darían.

Así se las gasta nuestro alcalde, el Notario, peregrino en Almonte mientras se ocupaba de desnudar los servicios asistenciales del ayuntamiento cerrando guarderías, servicios de drogodependencia y todo lo prescindible desde un punto de vista tan “cristiano” que cualquier cristiano que se precie no puede más que exclamar ¡la Virgen, qué gentuza!. 

sábado, junio 09, 2012

Mentiroso compulsivo

Publicado en Estepona Información el 09/06/2012

¿Recuerdan aquel señor que se publicitaba durante la campaña electoral como “El Notario”? Sí, hombre, aquel que presumía de su oficio como garantía de credibilidad, conocimiento, honradez y capacidad de gestionar un ayuntamiento.

“Soy un trabajador del polígono y votaré al Notario” decía uno de los eslóganes repetidos por vehículos con megafonía y en las emisoras de radio comarcales. El Notario, el que da fe en los documentos públicos se presentaba a las elecciones. Y su principal activo era ese, el ejercicio de una profesión tan digna que impregna de credibilidad legal cada uno de los actos que rubrica.

Sin embargo, pasado un año exacto de su llegada al poder su profesión solo le queda como el alias, como el mote propio de un clan, una familia o una banda. Quedó atrás la presunción de verdad con la que sus actos estaban garantizados cuando firmaba escrituras en su notaría.

Porque el Notario miente. Reiterada y descaradamente, en público, ante los medios de comunicación, por escrito, sin escrúpulo alguno. Los lectores de esta columna reconocerán conmigo que no es la primera vez que le acuso de algo así, mintió prometiendo reducir las tasas de paro o anunciando megalómanas inversiones y transformaciones en nuestro pueblo. Mucho me temo que también mentía cuando aseguraba no tener más interés que el público y mintió también al negar trato con imputados por corrupción mientras era socio de implicados en la Operación Malaya. En definitiva, mentía cuando prometió a los esteponeros contar con la llave mágica para resolver sus problemas. Y por supuesto,  mintió cuando prometió no despedir a nadie.

Estos días el Notario se comportó como uno de esos dictadorcillos con complejo de inferioridad. Con malos modos, impropios de alguien con la educación que se le supone, negó sus mentiras ante periodistas de Estepona, incluida una compañera de este diario, que se sintieron agredidas verbalmente por quien ha demostrado otra vez ser indigno de representar a los esteponeros ni por un segundo

lunes, junio 04, 2012

La mentira de los recortes

Publicado en Estepona Información el 02/06/2012

No cabe ninguna duda, la política de recortes protagonizada por el actual gobierno del PP y comenzada por el anterior del PSOE no tiene como objetivo el relanzamiento de la economía española o la disminución de la tasa de paro. Ni tan siquiera la reducción del déficit público.

Estas políticas responden exclusivamente al interés de las entidades financieras de enfriar la economía al ritmo marcado por ellas. Y nuestros gobernantes acuden ahora a apagar el fuego con la misma rapidez con que lo alimentaron también a las órdenes de los bancos durante el desarrollismo hipotecario.

Y en Estepona, disfrazado de austeridad,  apoyándose en la verdad incontestable de la exagerada dimensión de la plantilla municipal, el gobierno del PP practica obediente las órdenes que desde Madrid les “obligan” a una reducción de gastos que también responde en exclusiva al interés de los banqueros.

Hay que recordar el importante papel que los actuales gobernantes esteponeros han tenido en la ruinosa situación económica municipal. Tanto desde el PP como desde el GIL, los populistas han practicado el derroche y el clientelismo al mismo nivel que el que más. La escasa capacidad de autocrítica de nuestro Notario recordando el papel de sus compañeros y cargando culpas sobre los demás nos da muestras, una vez más, de la escasa vergüenza política que tiene el personaje.

Y ahora, para entrar en los planes de pago a proveedores marcados por su gobierno, nuestro querido Notario se salta sus compromisos electorales y empuja a la plantilla municipal a un ERE que algunos califican, quizá con razón, de caza de brujas dirigida.

No se engañen, no se trata de pagar a pequeños proveedores esteponeros. El grueso de las deudas se pagará a grandes empresas, propiedad de bancos en su mayoría, a las que no es precisamente dinero lo que les hace falta. Y para eso el Notario despedirá a trabajadores sin importarle ni la justicia de la medida, ni la prestación de los servicios, ni el interés general de sus administrados.

Con esta mentira ganarán, como siempre, los que más tienen.