No voy a defender aquí el tráfico de influencias, ni el acceso privilegiado ni
político a la función pública, que eso ya lo hace el PP con su conducta. Hoy
vengo a contaros un episodio revelador de la personalidad de nuestro alcalde, El
Notario.
Esta semana me abordaron dos militantes del PP, antiguos, propagandistas de su partido, confiados, ilusionados y entregados a la causa del Partido Popular en Estepona que han visto como han sido engañados, y hasta burlados por los dirigentes locales de su formación.
Se refieren específicamente al Notario como un mentiroso compulsivo, que se ha aprovechado de su buena voluntad, que les ha exprimido durante la campaña electoral última, en la que fueron de un lado para otro según les requería “el partido” de forma generosa, arriesgando su salud e invirtiendo su tiempo, su trabajo y hasta su patrimonio.
Cuando se comienza a hablar de despidos en el Ayuntamiento de Estepona ellos no lo creyeron, confiados en la palabra de alguien que según su propio código ético, jamás puede mentir. Me contaban que “un notario puede ser borracho, juerguista, putañero pero jamás, jamás, puede mentir” y éste les ha mentido, incomprensiblemente para ellos. Les ha mentido porque faltando a su palabra, reiterada por escrito, la única acción de gobierno que ha tomado desde su investidura es la de despedir a 176 trabajadores del ayuntamiento.
Algunos, familiares directos de afiliados al PP, como el hijo de estos esteponeros a los que me refiero hoy, actualmente desempleado por obra y gracia del alcalde que con su esfuerzo contribuyeron a investir.
Desde que se comenzó a hablar del ERE hasta hoy, estos afiliados han tenido que soportar el desdén, el desprecio y la mentira de los que fueron sus compañeros. Especialmente dolorosa cuando venía de parte del Notario, que de forma condescendiente les ignora y ningunea, olvidando todas las veces que solicitó su ayuda durante la campaña electoral. Dicen que es de bien nacidos ser agradecido. Y en caso contrario, si se es desagradecido, puede que estemos hablando de una persona no bien nacida.
Esta semana me abordaron dos militantes del PP, antiguos, propagandistas de su partido, confiados, ilusionados y entregados a la causa del Partido Popular en Estepona que han visto como han sido engañados, y hasta burlados por los dirigentes locales de su formación.
Se refieren específicamente al Notario como un mentiroso compulsivo, que se ha aprovechado de su buena voluntad, que les ha exprimido durante la campaña electoral última, en la que fueron de un lado para otro según les requería “el partido” de forma generosa, arriesgando su salud e invirtiendo su tiempo, su trabajo y hasta su patrimonio.
Cuando se comienza a hablar de despidos en el Ayuntamiento de Estepona ellos no lo creyeron, confiados en la palabra de alguien que según su propio código ético, jamás puede mentir. Me contaban que “un notario puede ser borracho, juerguista, putañero pero jamás, jamás, puede mentir” y éste les ha mentido, incomprensiblemente para ellos. Les ha mentido porque faltando a su palabra, reiterada por escrito, la única acción de gobierno que ha tomado desde su investidura es la de despedir a 176 trabajadores del ayuntamiento.
Algunos, familiares directos de afiliados al PP, como el hijo de estos esteponeros a los que me refiero hoy, actualmente desempleado por obra y gracia del alcalde que con su esfuerzo contribuyeron a investir.
Desde que se comenzó a hablar del ERE hasta hoy, estos afiliados han tenido que soportar el desdén, el desprecio y la mentira de los que fueron sus compañeros. Especialmente dolorosa cuando venía de parte del Notario, que de forma condescendiente les ignora y ningunea, olvidando todas las veces que solicitó su ayuda durante la campaña electoral. Dicen que es de bien nacidos ser agradecido. Y en caso contrario, si se es desagradecido, puede que estemos hablando de una persona no bien nacida.
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