Sobre que los dirigentes del PP son “malas personas” no cabe ninguna duda desde hace
mucho tiempo. Insensibles al dolor de las personas, desde su llegada al poder no
han parado de machacar insistentemente a los trabajadores, a los pensionistas, a
los enfermos, a los estudiantes, a los parados… Son malos, y si no fuese así no
encontraríamos explicación alguna a la ley laboral que permitió ERE’s como el
del Ayuntamiento de Estepona, permitirá el de la empresa Roca y tantos otros
expedientes basados en la insaciable ansia de acumulación de riqueza que la
clase empresarial está demostrando.
El copago farmacéutico, los recortes en becas y ley de dependencia, el incremento del IVA y otros muchos ejemplos de la actividad legislativa y ejecutiva de los gobiernos populares bastarían para despreciarles, por malas personas. Pero si a eso sumamos la amnistía fiscal, el rescate de las entidades bancarias o la persecución sistemática, brutalidad policial incluida, de los opositores a sus medidas, tenemos el perfil de unos malvados solo comparables a los de los cómics, aunque en este caso, no habrá superhéroes que se les enfrenten.
La noticia de ayer mismo es que la Presidenta de la Junta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, obliga a la Guardia Civil a identificar a los usuarios de las urgencias sanitarias nocturnas. Quiere cerrar los centros y cuando no lo consigue persigue a sus usuarios ¿Se puede ser más mala? Por cierto, no esperamos que el Benemérito instituto se oponga a cumplir tan absurda orden. Ya sabemos lo acostumbrados que están a obedecer órdenes siempre que contra el pueblo español que se dirijan.
Sin embargo, las últimas noticias referidas a la opaca fortuna de Luis Bárcenas y su todavía vinculación con la sede del PP, donde mantiene secretaria, despacho y aparcamiento convierten al PP en algo más que simples malas personas. Algunos parecen ladrones, vale que manteniendo las debidas prevenciones respecto a la presunción de inocencia. Pero ladrones al fin y al cabo.
En Estepona, por si no lo recuerdan, tenemos nuestro propio imputado en el sumario de Bárcenas. Y cobrando dinero público. Ricardo Galeote, imputado por corrupción en la trama Gürtell continua disfrutando de la protección que nuestro Notario, socio de imputado en Malaya, le proporciona. Eso sí, no a su costa, sino a la nuestra. Cómo me recuerda todo esto al partido GIL y lo que parecía ser una “asociación de malhechores”.
El copago farmacéutico, los recortes en becas y ley de dependencia, el incremento del IVA y otros muchos ejemplos de la actividad legislativa y ejecutiva de los gobiernos populares bastarían para despreciarles, por malas personas. Pero si a eso sumamos la amnistía fiscal, el rescate de las entidades bancarias o la persecución sistemática, brutalidad policial incluida, de los opositores a sus medidas, tenemos el perfil de unos malvados solo comparables a los de los cómics, aunque en este caso, no habrá superhéroes que se les enfrenten.
La noticia de ayer mismo es que la Presidenta de la Junta de Castilla La Mancha, María Dolores de Cospedal, obliga a la Guardia Civil a identificar a los usuarios de las urgencias sanitarias nocturnas. Quiere cerrar los centros y cuando no lo consigue persigue a sus usuarios ¿Se puede ser más mala? Por cierto, no esperamos que el Benemérito instituto se oponga a cumplir tan absurda orden. Ya sabemos lo acostumbrados que están a obedecer órdenes siempre que contra el pueblo español que se dirijan.
Sin embargo, las últimas noticias referidas a la opaca fortuna de Luis Bárcenas y su todavía vinculación con la sede del PP, donde mantiene secretaria, despacho y aparcamiento convierten al PP en algo más que simples malas personas. Algunos parecen ladrones, vale que manteniendo las debidas prevenciones respecto a la presunción de inocencia. Pero ladrones al fin y al cabo.
En Estepona, por si no lo recuerdan, tenemos nuestro propio imputado en el sumario de Bárcenas. Y cobrando dinero público. Ricardo Galeote, imputado por corrupción en la trama Gürtell continua disfrutando de la protección que nuestro Notario, socio de imputado en Malaya, le proporciona. Eso sí, no a su costa, sino a la nuestra. Cómo me recuerda todo esto al partido GIL y lo que parecía ser una “asociación de malhechores”.