A escasos meses de la entronización de Mariano I de España y V de Merkel y
cuando se va a cumplir un año del ascenso al trono municipal de su virrey en
Estepona, el Notario mayor del pueblo, Sr. García Urbano, pocas pruebas
necesitan los electores de lo engañados que estaban con las promesas electorales
de los populares.
Nuestro Notario, el Urbano, no ha cumplido absolutamente ninguna de sus maravillosas profecías. Ni siquiera la que más fácil parecía, que el “urbano” pasease por nuestras calles recogiendo pasajeros de parada en parada, se ha hecho realidad. Y mira que le bastaba con hacerlo él mismo en uno de esos coches oficiales que ya no se usan.
Crece el paro en toda España a velocidad vertiginosa, como lo hace en Estepona. Aumentan los impuestos para las clases bajas mientras crecen los beneficios de banqueros y especuladores financieros. Justo como lo hace en Estepona.
Se desnuda el estado del bienestar y se privatizan progresivamente los servicios públicos. Sí, como está pasando en Estepona. Y mientras todo esto sucede los familiares de los altos cargos se colocan en primera fila para recibir prebendas, puestos de favor y regalías. Efectivamente, como pasa en Estepona.
A pequeña escala, la local, se reproducen los mismos esquemas que en el resto del Estado. Los gobernantes de la derecha están machacando a los que no se pueden o no saben defenderse. Insiste el Sr. Notario en obligar a los sindicatos a cortarles un dedo a los trabajadores exigiéndoles en elegir entre el pulgar y el índice.
Dicen algunos trabajadores que ellos tendrán ahora que pagar los dispendios de estos mismos políticos. Dispendios en restaurantes, en proveedores amigos que accedieron al ayuntamiento sin concurso público. Gastos generados de forma discrecional, que no conseguían ni siquiera encaje presupuestario y que ahora se ven obligados a pagar, renunciando a sus derechos, los que no tuvieron nada que ver. Y no les falta razón. Al menos les pasará a los que no tienen cargos cerca del poder. Esos serán los perjudicados que, como siempre, los más listos las verán venir sonriendo.
Nuestro Notario, el Urbano, no ha cumplido absolutamente ninguna de sus maravillosas profecías. Ni siquiera la que más fácil parecía, que el “urbano” pasease por nuestras calles recogiendo pasajeros de parada en parada, se ha hecho realidad. Y mira que le bastaba con hacerlo él mismo en uno de esos coches oficiales que ya no se usan.
Crece el paro en toda España a velocidad vertiginosa, como lo hace en Estepona. Aumentan los impuestos para las clases bajas mientras crecen los beneficios de banqueros y especuladores financieros. Justo como lo hace en Estepona.
Se desnuda el estado del bienestar y se privatizan progresivamente los servicios públicos. Sí, como está pasando en Estepona. Y mientras todo esto sucede los familiares de los altos cargos se colocan en primera fila para recibir prebendas, puestos de favor y regalías. Efectivamente, como pasa en Estepona.
A pequeña escala, la local, se reproducen los mismos esquemas que en el resto del Estado. Los gobernantes de la derecha están machacando a los que no se pueden o no saben defenderse. Insiste el Sr. Notario en obligar a los sindicatos a cortarles un dedo a los trabajadores exigiéndoles en elegir entre el pulgar y el índice.
Dicen algunos trabajadores que ellos tendrán ahora que pagar los dispendios de estos mismos políticos. Dispendios en restaurantes, en proveedores amigos que accedieron al ayuntamiento sin concurso público. Gastos generados de forma discrecional, que no conseguían ni siquiera encaje presupuestario y que ahora se ven obligados a pagar, renunciando a sus derechos, los que no tuvieron nada que ver. Y no les falta razón. Al menos les pasará a los que no tienen cargos cerca del poder. Esos serán los perjudicados que, como siempre, los más listos las verán venir sonriendo.
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