En el pasado pleno el portavoz popular, Sr. Bernal, se quejaba de que desde las filas de la oposición se le recordase que las actitudes del Notario no eran nuevas en Estepona. Juan Manuel Rodríguez recordó que aquello de las pirámides y que el alcalde no cobrase ya lo practicaba Jesús Gil Marín en el año 95.
Tendrá mil ocasiones el Sr. Bernal para quejarse de las comparaciones con la doctrina gilista, porque bien pareciese que los programas televisivos de la intelectual Telecinco protagonizados por el “ostentóreo” ex alcalde de Marbella inspiran su práctica política y su ansia cultural.
Porque tendremos ocasión de criticar aspectos relativos a los servicios públicos que pretende privatizar, eso de la gestión empresarial de un ente inequívocamente público como el ayuntamiento y también, casi seguro, sobre sus relaciones con presuntos delicuentes como el Sr. Hoffman o con otros socios y amigos no reconocidos públicamente y dedicados al noble arte de la adjudicación de obra pública.
Pero hoy lo que me inspira es la “política cultural” de un señor que apesta a rancio y con un inequívoco tono casposo tanto en sus declaraciones como en sus irreflexivos e impulsivos actos.
El Hospital de la Caridad, uno de los grandes edificios históricos del casco antiguo de nuestra ciudad dejará de tener carácter público para albergar la colección artística particular de otro casposo personaje de la subcultura española y españolista. El fracasado actor y humorista sin gracia Ángel Garó ha encontrado en el pueblo de Estepona el mecenazgo que la población de Málaga le negó. Si preguntan a qué precio, en qué condiciones y con qué objetivo se hace esta cesión no pretendan encontrarla en concurso público alguno. El Notario ha decidido que su amigo se quede con el edificio y así será. Privilegios de los dueños de la ciudad.
Mientras tanto, y ya tendremos ocasión de ampliar la cuestión, el escultor de la máscara mortuoria de Franco, amigo también del Notario, se quedará con las Escuelas del Padre Manuel. Caspa y la momia de Franco, el futuro se presenta aterrador…
Tendrá mil ocasiones el Sr. Bernal para quejarse de las comparaciones con la doctrina gilista, porque bien pareciese que los programas televisivos de la intelectual Telecinco protagonizados por el “ostentóreo” ex alcalde de Marbella inspiran su práctica política y su ansia cultural.
Porque tendremos ocasión de criticar aspectos relativos a los servicios públicos que pretende privatizar, eso de la gestión empresarial de un ente inequívocamente público como el ayuntamiento y también, casi seguro, sobre sus relaciones con presuntos delicuentes como el Sr. Hoffman o con otros socios y amigos no reconocidos públicamente y dedicados al noble arte de la adjudicación de obra pública.
Pero hoy lo que me inspira es la “política cultural” de un señor que apesta a rancio y con un inequívoco tono casposo tanto en sus declaraciones como en sus irreflexivos e impulsivos actos.
El Hospital de la Caridad, uno de los grandes edificios históricos del casco antiguo de nuestra ciudad dejará de tener carácter público para albergar la colección artística particular de otro casposo personaje de la subcultura española y españolista. El fracasado actor y humorista sin gracia Ángel Garó ha encontrado en el pueblo de Estepona el mecenazgo que la población de Málaga le negó. Si preguntan a qué precio, en qué condiciones y con qué objetivo se hace esta cesión no pretendan encontrarla en concurso público alguno. El Notario ha decidido que su amigo se quede con el edificio y así será. Privilegios de los dueños de la ciudad.
Mientras tanto, y ya tendremos ocasión de ampliar la cuestión, el escultor de la máscara mortuoria de Franco, amigo también del Notario, se quedará con las Escuelas del Padre Manuel. Caspa y la momia de Franco, el futuro se presenta aterrador…
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