Es evidente la enemistad personal que mantienen los concejales separados del PSOE y PA y los expresidiarios del PES con el actual alcalde, al que culpan de su situación procesal. Olvidando que los grilletes no los empuñaba David Valadez sino las fuerzas de seguridad aplicando el uso de la fuerza con absoluta legitimidad constitucional y legal. Les comprendemos porque ya sabemos que es de humanos intentar culpar a los demás de los males que muy probablemente tan sólo ellos se han causado. Por eso entendemos, también, que en el evidente ocaso de sus carreras políticas les importe un pimiento el futuro de sus conciudadanos y conduzcan todos sus esfuerzos a la venganza personal contra la personificación de sus demonios.
Lo que no tiene lógica es que el Partido Popular se apoye en estos cadáveres políticos y sociales para embarcarse en una batalla que acelerará la caída de Estepona en el caos y que no les proporciona más que el legítimo cabreo de unos ciudadanos que ven como utilizan de forma demagógica y absolutamente partidista la política local.
Porque las medidas propuestas en el Pleno sólo buscan escarbar en la superficie de los problemas, intentando captar el aplauso fácil de los ciudadanos menos informados e interrumpir aún más la ya mermada actividad municipal. Cuentan las malas lenguas que el redactor de las mociones fue el Sr. Zamorano, que convenció personalmente al Sr. Bendodo para que fuesen apoyadas en Estepona por los obedientes pero poco avispados concejales locales.
Ese chisme, que me creo conociendo la catadura moral del personaje, pone en evidencia a un partido que no pregunta a Zamorano por qué vota en contra de las que fueron sus propuestas cuando gobernaba, o por qué no se ha propuesto también y por vía de urgencia la puesta en marcha de la Relación de Puestos de Trabajo y sus recomendaciones.
La respuesta es que unos buscan el populismo y no las verdaderas medidas de saneamiento que la ciudad necesita y otros, los imputados, la vendetta. Mientras tanto las víctimas seremos los de siempre, el conjunto de los administrados.
Lo que no tiene lógica es que el Partido Popular se apoye en estos cadáveres políticos y sociales para embarcarse en una batalla que acelerará la caída de Estepona en el caos y que no les proporciona más que el legítimo cabreo de unos ciudadanos que ven como utilizan de forma demagógica y absolutamente partidista la política local.
Porque las medidas propuestas en el Pleno sólo buscan escarbar en la superficie de los problemas, intentando captar el aplauso fácil de los ciudadanos menos informados e interrumpir aún más la ya mermada actividad municipal. Cuentan las malas lenguas que el redactor de las mociones fue el Sr. Zamorano, que convenció personalmente al Sr. Bendodo para que fuesen apoyadas en Estepona por los obedientes pero poco avispados concejales locales.
Ese chisme, que me creo conociendo la catadura moral del personaje, pone en evidencia a un partido que no pregunta a Zamorano por qué vota en contra de las que fueron sus propuestas cuando gobernaba, o por qué no se ha propuesto también y por vía de urgencia la puesta en marcha de la Relación de Puestos de Trabajo y sus recomendaciones.
La respuesta es que unos buscan el populismo y no las verdaderas medidas de saneamiento que la ciudad necesita y otros, los imputados, la vendetta. Mientras tanto las víctimas seremos los de siempre, el conjunto de los administrados.
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