En estos días convulsos que estamos viviendo hemos tenido oportunidad de oír reiteradamente algunas frases hechas y bastantes lugares comunes. En algún caso frases cargadas de razón y contenido, como la tan repetida alusión al constitucional derecho a la presunción de inocencia. Todos los detenidos son inocentes pues no se ha demostrado aún su participación en ningún crimen. Vaya por delante, además, mi solidaridad personal con algunos de ellos, sobre los que tengo íntima convicción de que son incapaces de cometer actos delictivos.
Sin embargo, en otras ocasiones las frases repetidas son absurdas. La mayor sandez que he tenido oportunidad de oír es referirse a los hechos de estos días como “lo peor que le podía pasar a Estepona”. Cuando de la boca de supuestos demócratas, como los dirigentes del PP, PA o Estepona 2007, se dice que lo que en Estepona se está desarrollando es lo peor que podía pasar a uno se le ponen los pelos como escarpias.,
Porque lo que está sucediendo es que las autoridades que tienen poder constitucional para hacerlo están investigando la comisión de presuntos delitos muy graves, entre ellos, la corrupción de funcionarios públicos. Que los jueces y la policía investiguen e intenten evitar la comisión de delitos y detengan a los responsables de presuntas redes de corrupción organizada es lo mejor que le puede pasar a un pueblo.
Otra frase repetida es esa de “se veía venir”. Si es verdad que muchos ciudadanos sospechábamos que sucesos como los investigados podían estar produciéndose ¿por qué es malo que los jueces pongan pie en pared?.
Que nadie lo dude, los vecinos de Estepona sabíamos que nuestro municipio ha vivido el mayor crecimiento urbanístico de su historia en muy pocos años y que eso se ha traducido en un ayuntamiento endeudado hasta las cejas y una escasez más que evidente de equipamientos públicos. Casi todos nosotros intuíamos que el dinero estaba en otra parte, en otros bolsillos. La participación del poder judicial en el esclarecimiento del destino de esos fondos es, sin duda, lo mejor que le podía pasar a Estepona.
Sin embargo, en otras ocasiones las frases repetidas son absurdas. La mayor sandez que he tenido oportunidad de oír es referirse a los hechos de estos días como “lo peor que le podía pasar a Estepona”. Cuando de la boca de supuestos demócratas, como los dirigentes del PP, PA o Estepona 2007, se dice que lo que en Estepona se está desarrollando es lo peor que podía pasar a uno se le ponen los pelos como escarpias.,
Otra frase repetida es esa de “se veía venir”. Si es verdad que muchos ciudadanos sospechábamos que sucesos como los investigados podían estar produciéndose ¿por qué es malo que los jueces pongan pie en pared?.
Que nadie lo dude, los vecinos de Estepona sabíamos que nuestro municipio ha vivido el mayor crecimiento urbanístico de su historia en muy pocos años y que eso se ha traducido en un ayuntamiento endeudado hasta las cejas y una escasez más que evidente de equipamientos públicos. Casi todos nosotros intuíamos que el dinero estaba en otra parte, en otros bolsillos. La participación del poder judicial en el esclarecimiento del destino de esos fondos es, sin duda, lo mejor que le podía pasar a Estepona.
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