Emitido en SER Costa del Sol el 29/05/2006
Dios estuvo en Estepona la semana pasada. Diego Armando Maradona, un personaje excepcional desde casi todos los puntos de vista, menos el de su humanidad, se hizo carne, apareció, en nuestra tierra. Y su presencia congregó a fieles y honestos seguidores y también un puñado de idólatras que dieron muestras, una vez más, de su mezquindad.
La disputa que mantuvieron el Alcalde y su hombre de confianza, el gilista Crespo, por ser los primeros en tocar “la mano de Dios” entrará a formar parte de la antología del disparate por méritos propios. Que el debate, las ideas, la política, quede reducida a quien llega antes a tocar a un ídolo es ciertamente lamentable. Crespo y Barrientos se disputaron el dudoso honor de ser el primero en agobiar a la estrella con sus absurdos regalos y sus disparatadas frases “Yo soy el Concejal de Seguridad Ciudadana” “Y yo el Alcalde, yo el Alcalde”.
Estos señores, que nunca han tenido sentido del ridículo, volvieron, nuevamente, a dar cumplida muestra de lo que son capaces de hacer por parecer mejores ante no sabemos quién.
Dios, en su infinita misericordia, seguro que exclamó “Ché, que boludos, están todos locos”. Si estos son los mejores, como serán los otros.
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