martes, junio 25, 2013

Big Brother

Publicado en VIVA Estepona Información el 22/06/2013

Esta semana he tenido conocimiento, en carnes propias y por referencias, de una especie de “censo” no autorizado, seguramente ilegal, que está desarrollando la Comisaría de Estepona. Hay agentes de policía que en lugar de perseguir delincuentes dedican su tiempo, nuestro tiempo, a cumplimentar un censo en el que los militantes de las organizaciones políticas y sindicales del municipio somos los protagonistas.

Con la excusa de la aparente trivialidad que supone facilitar datos que son de dominio público, como el teléfono que se puede conseguir en las páginas blancas o la dirección de correo electrónico publicada en nuestras webs, los agentes de policía se presentan en las sedes de nuestras organizaciones o llaman hasta cinco veces al teléfono, como es mi caso.

Al parecer, el Comisario recién llegado –al que no tengo el gusto de conocer y al que seguiré sin llegar conocer por razón de su cargo si la fortuna me es propicia– ha ordenado a sus chicos de la brigada de información a cumplimentar ese listado con nuestros nombres, teléfonos y direcciones electrónicas. Y ellos, posiblemente poco dados a discutir las órdenes aunque rayen la ilegalidad como en este caso, se han dispuesto solícitos a cumplirlas, sin encomendarse a Dios ni al Diablo, sin preguntarse tampoco el por qué de ese listado. Por cierto, les recuerdo que corran a comunicarme de forma fehaciente qué datos míos tienen y en qué fichero de la Agencia Española de Protección de Datos está registrado. Les recuerdo que solo a mis amigos les permito tenerme en sus agendas telefónicas y electrónicas, y eso porque sé que no van a usar esos datos para actos comerciales o administrativos sin mi permiso.

Como he recordado antes, no cuento entre mis amistades al Comisario de Estepona, así que presupongo que si me quiere tener controlado no es para invitarme a la boda de su hija o a la barbacoa del próximo fin de semana.

Tengo que aclarar que por lo que he vivido, tanto cuando investigan mi partido –Espacio Verde EVA–, como cuando me encontré a los funcionarios policiales en la sede de mi sindicato, –Sindicato Andaluz de Trabajadores SAT–, los funcionarios demostraron amabilidad y un trato muy cordial. Tanto que pareciera que lo que hacían entraba dentro de la normalidad más cotidiana.
Sin embargo, en un estado democrático a la Policía le deberían bastar con los registros oficiales pertinentes, y como ellos saben los partidos políticos y los sindicatos son parte fundamental del ordenamiento jurídico, considerados así en la vigente constitución del 78. Como recordatorio, tanto el artículo 6 como el 7 del citado texto recuerdan que “su creación y ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos."


Creo que es el momento de indicarle tanto al Comisario de la Policía Nacional de Estepona como a los funcionarios que cumplen tan ciegamente sus órdenes que deben dejar trabajar a los militantes de sindicatos y partidos hasta tanto no incumplan la ley. Y, sin ponerme paranoico, sí que me gustaría saber si mantienen la misma diligencia estudiando partidos como el PP, que no dan muestras conocidas de democracia interna y en el que anidan y prosperan, presuntamente, algunos  delincuentes. Incluso en Estepona, por cierto.

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