Hacia Syriza

Publicado en Estepona Información el 17/11/2012

Cada vez más fraccionada la sociedad europea, todo viene a dar la razón a los que anunciaban una crisis sistémica, más allá de un mero ciclo económico. Una crisis del capitalismo, ese que es impotente para mantener incluso las propias falacias que nos hicieron parecer bastiones del bienestar, la paz social y la democracia.

La realidad desborda ese idílico mundo que creíamos forjado después de la II Guerra Mundial, y las desigualdades sociales cada vez son más profundas. La evidente injusticia nos muestra cómo  la pobreza azota la Europa mediterránea a niveles parecidos a los de la gran emigración europea de los años 50 y 60.

Es el momento de abandonar ideas e instituciones que han demostrado trabajar en pos de una determinada clase social abandonando a las demás en la miseria.  Hay que denunciar la deuda de los bancos con los estados y de los ciudadanos con los bancos. Una deuda ilegítima, obscena, usuraria que de seguir siendo la única preocupación económica impedirá durante décadas cualquier posibilidad hasta de recuperación de aquel mítico y falso estado del bienestar que hasta hace poco disfrutábamos.

Y no solo es una crisis económica, estamos ante una crisis de las ideas de gravísima magnitud. En estos tiempos puede desaparecer, visto su fracaso, el gran invento ideológico de la Europa del S. XX. La socialdemocracia, aquella que colocaba “rostro humano” al capitalismo del viejo continente, la que pareció nos regalaba protección al desempleo o educación y salud pública también está en la picota. Contra lo que algunos creían, se ha destapado como pretexto capitalista para el fomento del consumo, la esclavitud financiera y el expolio de la naturaleza en los cinco continentes. Una versión dulcificada del capitalismo que ahora se ve abandonada y despreciada por sus mentores, que recortan aquello que creíamos nuestro con la media sonrisa de los “socialistas” europeos.

Ya no valen medias tintas, acabadas las políticas sociales del capitalismo, ahora éste se muestra con su auténtica versión, la más cruel.

Ha llegado el momento de la unión de la izquierda transformadora y ecologista  en torno a un auténtico frente popular que desborde a los partidos que han sostenido el capitalismo durante década. Superando la actual Europa de los mercaderes para convertirla en la Europa de los Pueblos. Solidaria con el futuro de la Tierra y sus pobladores en un mundo de justicia social. Ha llegado el momento de Syriza en España.