Quizá sea divina coincidencia, pero estos días en los que se espera la controvertida visita del Sr. Ratzinger, antidemocrático jefe del Estado Vaticano, suenan por nuestra localidad como viejos y tenebrosos recuerdos el roce de las sotanas.
Llama el PSOE de David Valadez a la batalla jurídica contra el Obispado de Málaga aduciendo incumplimientos de la voluntad testamentaria en el caso de los famosos legados de la Herencia Nadal – Guerrero. No le quitaré la razón a los socialistas, hay que meterles mano de una vez a los dilapidadores de un patrimonio que nunca estuvo a disposición de los esteponeros aunque eso parecía desprenderse de los famosos testamentos.
Sin embargo, el Ayuntamiento liderado en su momento por el PSOE de Miguel Castro, no impugnó los testamentos en su momento, dejando en manos de la Iglesia Católica el control de la herencia. Permitir que la milenaria institución, con tantos años de experiencia en la acumulación de riquezas proveniente de sus fieles, adquiriese el poder sin presentar batalla nos parece un acto de imprudencia o ingenuidad impropio de cualquier dirigente.
Hoy, veinte años después, la mayor parte del patrimonio de las Herencias Nadal y Guerrero está en manos de bancos y empresarios de la burbuja con la aquiescencia interesada de los diferentes obispos que por Málaga y Mallorca han pasado. El interés de “las mujeres y parroquianos de Estepona” no fue debidamente defendido en su momento y ahora ha quedado inevitablemente dañado.
El Obispado cesa a los curas que se atreven a discutir, dispone de los fondos como le da la gana y los dedicará a lo que crea más oportuno. Tarde venimos, socialistas, a quejarnos de que no se cumple la voluntad de los legatarios.
Y más tarde aún si resulta que parte de ese dinero se destinará a financiar otro negocio de la Iglesia, el anunciado colegio privado Juan XXIII, que se construirá con apoyo de populares y socialistas en terreno municipal gratuito y con dinero proveniente de la herencia. Es decir, que además de putas pagaremos la cama. Señor, señor, qué cruz.
Llama el PSOE de David Valadez a la batalla jurídica contra el Obispado de Málaga aduciendo incumplimientos de la voluntad testamentaria en el caso de los famosos legados de la Herencia Nadal – Guerrero. No le quitaré la razón a los socialistas, hay que meterles mano de una vez a los dilapidadores de un patrimonio que nunca estuvo a disposición de los esteponeros aunque eso parecía desprenderse de los famosos testamentos.
Sin embargo, el Ayuntamiento liderado en su momento por el PSOE de Miguel Castro, no impugnó los testamentos en su momento, dejando en manos de la Iglesia Católica el control de la herencia. Permitir que la milenaria institución, con tantos años de experiencia en la acumulación de riquezas proveniente de sus fieles, adquiriese el poder sin presentar batalla nos parece un acto de imprudencia o ingenuidad impropio de cualquier dirigente.
Hoy, veinte años después, la mayor parte del patrimonio de las Herencias Nadal y Guerrero está en manos de bancos y empresarios de la burbuja con la aquiescencia interesada de los diferentes obispos que por Málaga y Mallorca han pasado. El interés de “las mujeres y parroquianos de Estepona” no fue debidamente defendido en su momento y ahora ha quedado inevitablemente dañado.
El Obispado cesa a los curas que se atreven a discutir, dispone de los fondos como le da la gana y los dedicará a lo que crea más oportuno. Tarde venimos, socialistas, a quejarnos de que no se cumple la voluntad de los legatarios.
Y más tarde aún si resulta que parte de ese dinero se destinará a financiar otro negocio de la Iglesia, el anunciado colegio privado Juan XXIII, que se construirá con apoyo de populares y socialistas en terreno municipal gratuito y con dinero proveniente de la herencia. Es decir, que además de putas pagaremos la cama. Señor, señor, qué cruz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario