A pocos días de cerrarse el plazo de exposición pública del estudio informativo sobre la hipotética autopista de peaje entre Ronda y la Costa del Sol el gobierno de la nación sigue dando ejemplos de políticas económicas insostenibles, alejadas de la necesidad y propiciadoras del despilfarro de los recursos públicos naturales y financieros.
Si bien es cierto que se hace necesaria la adecuación de la actual carretera Ronda - San Pedro, la demanda de un transporte por carretera de calidad entre las dos comarcas malagueñas no justifica en modo alguno la multimillonaria inversión pública ni, caso de conseguirse, la cesión del supuesto negocio a una entidad privada.
Además, en lugar de incrementar las medidas de protección de un entorno único en el mundo, Sierra Bermeja y Valle del Genal, de indiscutibles valores naturales, culturales, históricos y etnográficos la construcción de la autopista ejercerá un impacto directo negativo sobre las tierras que soportarían su trazado. Daños inmediatos e incalculables sobre acuíferos como el de Jarastepar o los destrozos de cientos de hectáreas de bosque mediterráneo endémico de Sierra Bermeja.
Por parte de la comunidad científica y con el apoyo de multitud de organizaciones ciudadanas se ha reiterado la petición de figuras de protección específicas para este territorio, Parque Nacional de las Sierras Bermejas Malagueñas y Parque Natural del Valle del Genal. Estas peticiones. El Gobierno socialista, ignora la racionalidad de estas medidas y continúa empeñado en el anuncio de obras megalíticas con el reclamo de la creación de empleo inmediato que esconde un empobrecimiento de las comarcas y, en todo caso, la realización de beneficios empresariales a grandes grupos del cemento y el ladrillo.
Y, hurgando en la herida, el anuncio de estas obras coincide con el frenazo a las inversiones del Tren Litoral de la Costa del Sol, condenado de nuevo al parón presupuestario. No nos cabe ninguna duda, hay que parar tan descabellado proyecto mediante el impulso de políticas respetuosas con el medio y los recursos.
Si bien es cierto que se hace necesaria la adecuación de la actual carretera Ronda - San Pedro, la demanda de un transporte por carretera de calidad entre las dos comarcas malagueñas no justifica en modo alguno la multimillonaria inversión pública ni, caso de conseguirse, la cesión del supuesto negocio a una entidad privada.
Además, en lugar de incrementar las medidas de protección de un entorno único en el mundo, Sierra Bermeja y Valle del Genal, de indiscutibles valores naturales, culturales, históricos y etnográficos la construcción de la autopista ejercerá un impacto directo negativo sobre las tierras que soportarían su trazado. Daños inmediatos e incalculables sobre acuíferos como el de Jarastepar o los destrozos de cientos de hectáreas de bosque mediterráneo endémico de Sierra Bermeja.
Por parte de la comunidad científica y con el apoyo de multitud de organizaciones ciudadanas se ha reiterado la petición de figuras de protección específicas para este territorio, Parque Nacional de las Sierras Bermejas Malagueñas y Parque Natural del Valle del Genal. Estas peticiones. El Gobierno socialista, ignora la racionalidad de estas medidas y continúa empeñado en el anuncio de obras megalíticas con el reclamo de la creación de empleo inmediato que esconde un empobrecimiento de las comarcas y, en todo caso, la realización de beneficios empresariales a grandes grupos del cemento y el ladrillo.
Y, hurgando en la herida, el anuncio de estas obras coincide con el frenazo a las inversiones del Tren Litoral de la Costa del Sol, condenado de nuevo al parón presupuestario. No nos cabe ninguna duda, hay que parar tan descabellado proyecto mediante el impulso de políticas respetuosas con el medio y los recursos.
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