No cabe duda de que será la autoridad judicial la que imponga las responsabilidades penales, si las hubiese, respecto al desvelado episodio del concierto fin de campaña de El Arrebato en Estepona. Pero de forma independiente, sin que tengamos que prejuzgar o calificar de ninguna forma lo sucedido más allá de la crítica política, los responsables actuales del PSOE deben explicarnos a los ciudadanos, euro a euro si nada tienen que temer, cuánto gastaron y de qué forma obtuvieron los fondos en la campaña anterior.
Los ciudadanos observábamos sorprendidos como los dos partidos que sustentaban el poder en el período 2003-2007 gastaban a manos llenas de forma absolutamente desvergonzada. Unos repartiendo tartas por las plazas demostrando un populismo de la más baja estofa, tal y como Gil Gil les enseñó en Marbella. Otros desplegando autobuses, coches, miles de folletos, carteles y toda la parafernalia electoral sin parar en unos costes que ahora sospechamos estaban pagados por otros.
Ambos, coincidiendo en la contratación de estrellas del momento en el panorama musical andaluz, Andy y Lucas y El Arrebato. Curiosamente, los dos grupos pertenecen a lo más tópico de la cultura andaluza, el flamenquito de consumo para mentes poco cultivadas, objeto predilecto en la caza del voto masivo.
Si alguien piensa que conseguir fondos electorales al margen de la ley entregados por empresas con intereses directos en el municipio, se engaña. Que cualquiera tome el recibo de la basura recién pagado y calcule cuánto de ese dinero puede haber ido a parar a pagar conciertos electorales en lugar de a mejorar los servicios prestados a la ciudadanía.
Resulta molesto hablar de basura el día que nos ha dejado un socialista auténtico, ejemplo de lucha y vida. Compañero Marcelino Camacho, dirigente del PCE y CC.OO, que la tierra te sea leve.