Y termina el año con la sensación de que nada salió bien en las arenas de la política local y que en 2009 nuestros dirigentes quedaron absolutamente retratados mostrando cada uno lo peor de sí mismos.
El Alcalde, al que reconozco su tesón y honestidad, ha demostrado ser incapaz de constituir un equipo de gobierno con los podridos mimbres de su partido político. Un PSOE que nadó perfectamente en las sucias aguas de la corruptela urbanística y que sin embargo parece quebrarse en mil pedazos cada vez que se trata de atajar de forma eficaz el entramado de la “cadena de favores” económica y política en que se convirtió durante los últimos años.
En los restos del partido al que aún pertenece el Alcalde parece que manden más los imputados por corrupción y los dirigentes expulsados tras su periplo carcelario que los que vinieron a sustituirlos desde la limpieza de expediente ético y político.
Y se empeñan, usando de manera absolutamente parcial la información, en sacar a la luz los esqueletos del armario de los principales aliados de David Valadez. Lo grave es que efectivamente, tanto Cristina Rodríguez como Luciano Sánchez deberían parecer honrados además de serlos y así no habrían perjudicado a su mentor con escándalos que no benefician en nada a la estrategia del Alcalde.
Contamos así con una oposición feroz, absolutamente embarcada en la venganza personal y que está situada tanto en los banquillos de la oposición como también en algunos del gobierno que, incomprensiblemente, mantiene Valadez con responsabilidades de delegación. Un gobierno que entre los miembros “leales” incluye una amalgama de desideologizados tránsfugas y amantes del salario mensual de 5000 euros que sufren estos días importantes crisis de personalidad que posiblemente nos deparen dimisiones y abandonos tras la caída de los sueldos.
Definitivamente, lo único positivo que parece nos va a dejar el año son las lluvias tardías de este mes de diciembre que, por mor de la pertinaz sequía, eran tan deseadas que cayeron a gusto de todos. O no, que siempre hay algún esaborío.
El Alcalde, al que reconozco su tesón y honestidad, ha demostrado ser incapaz de constituir un equipo de gobierno con los podridos mimbres de su partido político. Un PSOE que nadó perfectamente en las sucias aguas de la corruptela urbanística y que sin embargo parece quebrarse en mil pedazos cada vez que se trata de atajar de forma eficaz el entramado de la “cadena de favores” económica y política en que se convirtió durante los últimos años.
En los restos del partido al que aún pertenece el Alcalde parece que manden más los imputados por corrupción y los dirigentes expulsados tras su periplo carcelario que los que vinieron a sustituirlos desde la limpieza de expediente ético y político.
Y se empeñan, usando de manera absolutamente parcial la información, en sacar a la luz los esqueletos del armario de los principales aliados de David Valadez. Lo grave es que efectivamente, tanto Cristina Rodríguez como Luciano Sánchez deberían parecer honrados además de serlos y así no habrían perjudicado a su mentor con escándalos que no benefician en nada a la estrategia del Alcalde.
Contamos así con una oposición feroz, absolutamente embarcada en la venganza personal y que está situada tanto en los banquillos de la oposición como también en algunos del gobierno que, incomprensiblemente, mantiene Valadez con responsabilidades de delegación. Un gobierno que entre los miembros “leales” incluye una amalgama de desideologizados tránsfugas y amantes del salario mensual de 5000 euros que sufren estos días importantes crisis de personalidad que posiblemente nos deparen dimisiones y abandonos tras la caída de los sueldos.
Definitivamente, lo único positivo que parece nos va a dejar el año son las lluvias tardías de este mes de diciembre que, por mor de la pertinaz sequía, eran tan deseadas que cayeron a gusto de todos. O no, que siempre hay algún esaborío.
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