Cuando la semana pasada me refería a un ERE tan concreto como la eliminación de algunos de las colocaciones innecesarias y mejor remuneradas de cuantas existen en la plantilla municipal alguien me comentó que era “blandito” al proponer enviarles a casa con 20 días de indemnización. Otros dijeron que no me atreví a señalar directamente a los que, según mi criterio, merecerían ese trato. Alguno me acusó de “caza de brujas” ideológica al especificar la categoría de militantes políticos que ostentaban los señalados por mi dedo inquisidor.
La realidad de los hechos es que tienen razón todos los que me hacían alguna de estas críticas. Soy blandito pues no he propuesto la quema en la hoguera de cuantos han estado perjudicando el interés público a sabiendas y de forma tan dolosa y me he limitado a recordar que incluso los derechos de estos “trabajadores” – absolutamente entrecomillados - son respetables y están sujetos a la ley. No se pueden seguir ignorando las leyes cuando de aplicar la legislación laboral ni ninguna otra se trata. Se pierden los juicios y con ellos, a veces, hasta la razón.
Tienen razón también aquellos que me acusan de caza de brujas. Lo siento mucho, pero no es tolerable para mi sensible estómago el que personajes como Rafael García, ejecutor de la peor práctica manipuladora en la prensa pública a las órdenes de José Flores, vuelva al Ayuntamiento a reírse del conjunto de los esteponeros después de haber vencido en un litigio en el que la ley ha estado de su parte pero en ningún momento la justicia. Su vuelta y la de Mariano Crespo, enormes salarios de tramitación incluidos, es el ejemplo perfecto de como no resolver estos asuntos. Si nadie les ha echado de menos en su ausencia porque no hacía falta su “actividad” laboral, tramítese con urgencia la adecuada extinción y amortización de sus puestos de trabajo porque la situación económica de la empresa municipal así lo exige.
Y nos quitaremos de encima a dos de los afiliados al PSOE que más hicieron por la “ética socialista” del astapo-barrientismo.
La realidad de los hechos es que tienen razón todos los que me hacían alguna de estas críticas. Soy blandito pues no he propuesto la quema en la hoguera de cuantos han estado perjudicando el interés público a sabiendas y de forma tan dolosa y me he limitado a recordar que incluso los derechos de estos “trabajadores” – absolutamente entrecomillados - son respetables y están sujetos a la ley. No se pueden seguir ignorando las leyes cuando de aplicar la legislación laboral ni ninguna otra se trata. Se pierden los juicios y con ellos, a veces, hasta la razón.
Tienen razón también aquellos que me acusan de caza de brujas. Lo siento mucho, pero no es tolerable para mi sensible estómago el que personajes como Rafael García, ejecutor de la peor práctica manipuladora en la prensa pública a las órdenes de José Flores, vuelva al Ayuntamiento a reírse del conjunto de los esteponeros después de haber vencido en un litigio en el que la ley ha estado de su parte pero en ningún momento la justicia. Su vuelta y la de Mariano Crespo, enormes salarios de tramitación incluidos, es el ejemplo perfecto de como no resolver estos asuntos. Si nadie les ha echado de menos en su ausencia porque no hacía falta su “actividad” laboral, tramítese con urgencia la adecuada extinción y amortización de sus puestos de trabajo porque la situación económica de la empresa municipal así lo exige.
Y nos quitaremos de encima a dos de los afiliados al PSOE que más hicieron por la “ética socialista” del astapo-barrientismo.
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