Coincidiendo con el XXV Aniversario de la constitución del partido Los Verdes en España, este fin de semana se reunirá en Fuengirola una importante representación de la llamada ecología política. Continuando con el espíritu conciliador y renovador de la reunión de Hondarribia en julio de 2008 y profundizando en la llamada “Declaración Verde” allí surgida, los militantes de diferentes colectivos verdes de todo el Estado intentaremos aunar esfuerzos para afrontar con garantías el ingente trabajo que el movimiento verde tiene por delante.
No cabe duda de la incapacidad que los partidos políticos clásicos tienen para afrontar la crisis ecológica que se avecina. Desde la derecha anclados en el liberalismo económico generador de desigualdades sociales e insensible a las urgencias del cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales. Desde la izquierda anclados en un obrerismo que propicia el crecimiento desmedido, idéntico al neoliberal, aun a costa del futuro inmediato de los mismos obreros que dicen defender.
Una tercera alternativa, la revolución verde, es la única posibilidad de futuro para un país y un mundo amenazado seriamente por la inminente crisis energética mundial y los ya catastróficos efectos del calentamiento global. La Tierra, gobernado de facto por los liberales de USA y la U. Europea, deja en el tercer mundo un panorama de hambre y guerras y en el primero una crisis económica que golpea con dureza a los más pobres. Esta situación evidencia el fracaso de las políticas basadas en el libre mercado y el crecimiento sin control a costa de los recursos naturales.
En Fuengirola, los verdes del estado español intentaremos superar nuestras propias diferencias internas y estar listos para ser útiles a una sociedad que, sin duda, necesita de todos los esfuerzos para sobrevivir a la actual crisis económica y política. La lucha decidida contra la corrupción, contra el absurdo crecimiento y la defensa del medio natural nos coloca a Los Verdes de Estepona junto a los firmantes de la Declaración Verde de Hondarribia.
No cabe duda de la incapacidad que los partidos políticos clásicos tienen para afrontar la crisis ecológica que se avecina. Desde la derecha anclados en el liberalismo económico generador de desigualdades sociales e insensible a las urgencias del cambio climático y la sobreexplotación de los recursos naturales. Desde la izquierda anclados en un obrerismo que propicia el crecimiento desmedido, idéntico al neoliberal, aun a costa del futuro inmediato de los mismos obreros que dicen defender.
Una tercera alternativa, la revolución verde, es la única posibilidad de futuro para un país y un mundo amenazado seriamente por la inminente crisis energética mundial y los ya catastróficos efectos del calentamiento global. La Tierra, gobernado de facto por los liberales de USA y la U. Europea, deja en el tercer mundo un panorama de hambre y guerras y en el primero una crisis económica que golpea con dureza a los más pobres. Esta situación evidencia el fracaso de las políticas basadas en el libre mercado y el crecimiento sin control a costa de los recursos naturales.
En Fuengirola, los verdes del estado español intentaremos superar nuestras propias diferencias internas y estar listos para ser útiles a una sociedad que, sin duda, necesita de todos los esfuerzos para sobrevivir a la actual crisis económica y política. La lucha decidida contra la corrupción, contra el absurdo crecimiento y la defensa del medio natural nos coloca a Los Verdes de Estepona junto a los firmantes de la Declaración Verde de Hondarribia.
1 comentario:
Tiene gracia que los verdes vayáis a ser la salvación del mundo, teniendo en cuenta que la mayoría sois un puñado de excomunistas que abandonásteis el "barco" cuando vísteis las de perder, aferrándoos al movimiento verde para salvaros a vosotros mismos.
Por otra parte, ya me dirás qué es lo que estáis haciendo los verdes para ayudar al tercer mundo, porque puestos a pensar, es posible que la mayoría de medidas que queréis adoptar para "salvar al mundo", lo que hacen es hundir más en la miseria a los países pobres.
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