En alguna ocasión he señalado que nuestros dirigentes abusan de la burla hacia sus administrados. Porque eso es lo que parece cuando les oímos repetir sin rubor cuestiones que sólo los tontos podrían creerse sin más.
Esta semana hemos tenido oportunidad de disfrutar de varios episodios que si no fuese porque juegan con el bienestar de los vecinos serían absolutamente risibles. Primero, el concejal del PES, Manolo Reina, tuvo la desfachatez de denunciar la contratación por parte del PSOE de 50 trabajadores municipales durante el mandato. Que no digo yo que sea mentira, aunque sí que resulta criticable que el denunciante sea precisamente el culpable de la contratación de al menos otros 200 mientras fue él el responsable de hacerlo. Esto último se lo ha recordado Zamorano, utilizando la técnica del “y tú más” tan socorrida cuando te pillan en un renuncio.
Sin embargo, el pensador Zamorano se pasa un par de pueblos en su afán autoexculpatorio cuando señala que todos esos contratos los firmó Reina con desconocimiento del que era su Alcalde, Barrientos. De todos es sabido que la Gran Cabeza local no es precisamente un lince para esto de las cuentas, pero de ahí a decir que no percibía como se llenaban las dependencias municipales mientras sorteaba mesas y personas nuevas cada día me parece exagerado.
Aunque puede que sí, puede que no se diese cuenta del incremento de esa nómina mensual que repetidamente firmaba mes tras mes. De hecho, Barrientos nos deja esta semana otra perla para resaltar. Según recoge este periódico “el primer edil aseguró que si no faltasen las cantidades reclamadas por el Tribunal de Cuentas, no habría sido necesario hacer ningún tipo de subida de impuestos.” Curiosa forma de recordarnos que intentó que Crespo escapase de sus responsabilidades ante el Tribunal.
Pues no, no somos tontos, los socialistas han sido cómplices y tan culpables como los gilistas en la contratación ilegítima de trabajadores y si la Justicia y Los Verdes no lo remediamos, en que salgan bien parados del Tribunal de Cuentas.
Esta semana hemos tenido oportunidad de disfrutar de varios episodios que si no fuese porque juegan con el bienestar de los vecinos serían absolutamente risibles. Primero, el concejal del PES, Manolo Reina, tuvo la desfachatez de denunciar la contratación por parte del PSOE de 50 trabajadores municipales durante el mandato. Que no digo yo que sea mentira, aunque sí que resulta criticable que el denunciante sea precisamente el culpable de la contratación de al menos otros 200 mientras fue él el responsable de hacerlo. Esto último se lo ha recordado Zamorano, utilizando la técnica del “y tú más” tan socorrida cuando te pillan en un renuncio.
Sin embargo, el pensador Zamorano se pasa un par de pueblos en su afán autoexculpatorio cuando señala que todos esos contratos los firmó Reina con desconocimiento del que era su Alcalde, Barrientos. De todos es sabido que la Gran Cabeza local no es precisamente un lince para esto de las cuentas, pero de ahí a decir que no percibía como se llenaban las dependencias municipales mientras sorteaba mesas y personas nuevas cada día me parece exagerado.
Aunque puede que sí, puede que no se diese cuenta del incremento de esa nómina mensual que repetidamente firmaba mes tras mes. De hecho, Barrientos nos deja esta semana otra perla para resaltar. Según recoge este periódico “el primer edil aseguró que si no faltasen las cantidades reclamadas por el Tribunal de Cuentas, no habría sido necesario hacer ningún tipo de subida de impuestos.” Curiosa forma de recordarnos que intentó que Crespo escapase de sus responsabilidades ante el Tribunal.
Pues no, no somos tontos, los socialistas han sido cómplices y tan culpables como los gilistas en la contratación ilegítima de trabajadores y si la Justicia y Los Verdes no lo remediamos, en que salgan bien parados del Tribunal de Cuentas.
2 comentarios:
avla uzté mu bien, zeñé reverde. me recuerda a otro pikito de oro ke conosí hase tiempo en un aforo de estapona, no macuerdo del nombre...
¿Porqué no dejas de escribir de una puta vez, demagogo barato?.
Claro que, es lo único que te queda, dar el coñazo en blogs gratuitos, ya que, a la hora de la verdad, ni tu ni tu partido os comeis nunca nada en ningún tipo de elecciones.
Cuanto mas provinciano, mas cretino.
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