Si los mandatarios locales siguen haciéndose el sordo deberíamos preocuparnos. No de nuestro futuro, que ya lo estamos, sino por la desvengüerza demostrada por los que deberían oír a los ciudadanos.
Entre 7.500 y 10.000 personas acudieron el pasado miércoles a la concentración – manifestación convocada por la Plataforma Vecinal. Una cifra más que respetable si se tiene en cuenta que los convocantes tenían en contra a los partidos del gobierno municipal y al calendario de la Champions League, que no son enemigos pequeños precisamente. El lema: contra la subida de impuestos desproporcionada y el derroche de los recursos públicos.
Afortunadamente, la lectura que se desprende de la manifestación no es esa solicitud descafeinada de la derecha local de “bajar impuestos”. El mensaje difundido incidía sobre todo en la gestión del gasto municipal. La repetición en los carteles y las consignas de “basta de enchufismo y sueldos millonarios” era un mensaje aplicable para los partidos actualmente en la oposición. Todos, gobernantes y oposición, han practicado con ligereza lo de enchufar a sus afiliados y pagarles nóminas más que generosas a costa de los contribuyentes.
Pese a eso para un militante de la izquierda practicante, como la de Los Verdes, lo natural fue sumarse a los que en la calle solicitaban la racionalización del gasto público y la progresividad efectiva de la fiscalidad, aquello de que paguen más los que más tienen. Lamentamos haber tenido otra oportunidad de constatar como desde la izquierda nominal representada de PSOE e IU se está defendiendo justo lo contrario. Que el gasto público lo soporten las economías modestas para poder seguir en la escalada de gasto superfluo en la que está inmersa el municipio.
Tristeza deben tener los jubilados y trabajadores modestos que observan como sus referentes ideológicos han estado entregados al expolio de la tierra durante la expansión urbanística y al asalto de los bolsillos más pobres cuando asalta la crisis. Todo para comprar tapones de oro y ponerlas en sus propias orejas, y así seguir siendo sordos.
Entre 7.500 y 10.000 personas acudieron el pasado miércoles a la concentración – manifestación convocada por la Plataforma Vecinal. Una cifra más que respetable si se tiene en cuenta que los convocantes tenían en contra a los partidos del gobierno municipal y al calendario de la Champions League, que no son enemigos pequeños precisamente. El lema: contra la subida de impuestos desproporcionada y el derroche de los recursos públicos.
Afortunadamente, la lectura que se desprende de la manifestación no es esa solicitud descafeinada de la derecha local de “bajar impuestos”. El mensaje difundido incidía sobre todo en la gestión del gasto municipal. La repetición en los carteles y las consignas de “basta de enchufismo y sueldos millonarios” era un mensaje aplicable para los partidos actualmente en la oposición. Todos, gobernantes y oposición, han practicado con ligereza lo de enchufar a sus afiliados y pagarles nóminas más que generosas a costa de los contribuyentes.
Pese a eso para un militante de la izquierda practicante, como la de Los Verdes, lo natural fue sumarse a los que en la calle solicitaban la racionalización del gasto público y la progresividad efectiva de la fiscalidad, aquello de que paguen más los que más tienen. Lamentamos haber tenido otra oportunidad de constatar como desde la izquierda nominal representada de PSOE e IU se está defendiendo justo lo contrario. Que el gasto público lo soporten las economías modestas para poder seguir en la escalada de gasto superfluo en la que está inmersa el municipio.
Tristeza deben tener los jubilados y trabajadores modestos que observan como sus referentes ideológicos han estado entregados al expolio de la tierra durante la expansión urbanística y al asalto de los bolsillos más pobres cuando asalta la crisis. Todo para comprar tapones de oro y ponerlas en sus propias orejas, y así seguir siendo sordos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario