Publicado en Estepona Información el 9/02/2008
¿Recuerdan las recomendaciones de la Conferencia Episcopal?. Les recordaré que si hay por ahí algún lector que les haga normalmente caso que sepa que no puede votar a Los Verdes, voy en sus listas y seguro que cumplo con el 97% de las recomendaciones obispales para no ser votado. Más o menos, que tampoco he prestado mucha atención a la totalidad de su documento.
El caso es que hoy voy a acordarme de los obispos porque no han podido incluir entre sus recomendaciones a los dirigentes del Partido Popular. Casi de forma consecutiva hemos tenido ocasión de “disfrutar” con un mensaje de los máximos dirigentes populares en el que la xenofobia, racismo para el que no lo entienda, ha brillado con voz propia. Y creo que no es muy cristiano ese comportamiento.
Hace un par de días Javier Arenas se descolgaba con que le parece mal que en las Escuelas de Idiomas se imparta catalán, euskera o gallego. Una estupidez, claramente. Hay que ser tonto para negarse a que una Escuela de Idiomas se dedique a enseñar idiomas. Aunque es mucho peor. En este caso el dirigente popular pretende enfrentar a los andaluces con los catalanes y vascos, que los gallegos ni le importan. Toman por bandera la estrategia del nacionalismo excluyente y xenófobo, aunque sea contra ciudadanos del mismo país.
Y ayer, Mariano Rajoy y todo el partido detrás de él, colocó la guinda al referirse a los trabajadores inmigrantes como mercancía de usar y tirar, como nuevos esclavos del sistema capitalista obligados además a renunciar a su idiosincrasia para colocar, suponemos, una muñeca de sevillana sobre el televisor y tocar villancicos con una botella de anís. No les gustan los inmigrantes a los populares salvo mientras les sirven para amasar fortunas en momentos de crecimiento económico. Poca caridad cristiana demuestran. No les gustan los pobres, por supuesto, que en ningún momento he oído que los millonarios de Sotogrande tengan que aprender español o a bailar jotas. Se destapa la derecha más rancia con su verdadera cara. ¿Qué piensa Monseñor Rouco de estos personajes?.
El caso es que hoy voy a acordarme de los obispos porque no han podido incluir entre sus recomendaciones a los dirigentes del Partido Popular. Casi de forma consecutiva hemos tenido ocasión de “disfrutar” con un mensaje de los máximos dirigentes populares en el que la xenofobia, racismo para el que no lo entienda, ha brillado con voz propia. Y creo que no es muy cristiano ese comportamiento.
Hace un par de días Javier Arenas se descolgaba con que le parece mal que en las Escuelas de Idiomas se imparta catalán, euskera o gallego. Una estupidez, claramente. Hay que ser tonto para negarse a que una Escuela de Idiomas se dedique a enseñar idiomas. Aunque es mucho peor. En este caso el dirigente popular pretende enfrentar a los andaluces con los catalanes y vascos, que los gallegos ni le importan. Toman por bandera la estrategia del nacionalismo excluyente y xenófobo, aunque sea contra ciudadanos del mismo país.
Y ayer, Mariano Rajoy y todo el partido detrás de él, colocó la guinda al referirse a los trabajadores inmigrantes como mercancía de usar y tirar, como nuevos esclavos del sistema capitalista obligados además a renunciar a su idiosincrasia para colocar, suponemos, una muñeca de sevillana sobre el televisor y tocar villancicos con una botella de anís. No les gustan los inmigrantes a los populares salvo mientras les sirven para amasar fortunas en momentos de crecimiento económico. Poca caridad cristiana demuestran. No les gustan los pobres, por supuesto, que en ningún momento he oído que los millonarios de Sotogrande tengan que aprender español o a bailar jotas. Se destapa la derecha más rancia con su verdadera cara. ¿Qué piensa Monseñor Rouco de estos personajes?.
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