Socialistas de salón

Publicado en Estepona Información el 01/09/2007

Cuando hace unos días me definí en esta misma columna como “socialista”, el amigo Julián me mandó un sms, muy alarmado. ¿Socialista? ¿Tú eres de los de Zapatero, Chaves y Barrientos?. No, Julián, no soy de ellos, aunque sí que soy socialista. Nada tiene que ver la ideología socialista con la que tienen nuestros próceres.

Ahondar en la política neoliberal y destructora del medio ambiente como hace Zapatero, o favorecer permanentemente la desigualdad y la injusticia social como hacen Chaves y Barrientos no tiene nada que ver con los nobles principios del socialismo.

Aunque tengo que reconocer que ellos, los militantes del PSOE, son los que van paseando por ahí, sin serlo, el digno nombre del socialismo.

En el caso de Antonio Barrientos incluso sin saber qué ha significado, significa o implica mínimamente esa palabra. Ahí le tienen, permanentemente maquinando contra el bienestar de su gente y favoreciendo el de los que ya viven de putísima madre.

¿Saben qué supondrá el derribo de la mole de PRASA?. Para el municipio de Estepona, para su desarrollo armónico, supondrá la construcción de otras moles junto a la playa del Río Velerín, una zona suficientemente castigada y que merecería en todo caso, protección en lugar de construcción.

Para los señores de esa constructora que se saltó la ley por delante y por detrás, que vulneró los permisos, que se apropió de dominio de Costas, que se favoreció de la extraña desaparición de los expedientes administrativos supondrá el obtener 12.000 metros cuadrados de suelo en primera línea de playa. A un beneficio moderado de 3.000 euros metro cuadrado estaríamos hablando de que saltarse las normas urbanísticas en mi pueblo puede hacerte hasta 36 millones de euros más rico. No está mal, nada mal.

Ah, y las migajas del coste de la demolición, un milloncillo de euros nada más, correrá a cargo de la otra administración “socialista”, la andaluza.

No, Julián, no son socialistas. Pablo Iglesias no levantará la cabeza, está muerto y los socialistas no creemos en el más allá, pero si lo hiciese, se llevaría un susto de muerte.