Emitido en Ser Costa del Sol el 16/10/2006. Foto gg. Archivo sonoro
Tiene que llover, tiene que llover a cántaros. Pero no lo está haciendo. Puede ser el tercer año de una sequía que, si todo es como nos dice la historia, podría durar al menos otro más.
Hoy he leído que se paraliza la reforestación de mil cuatrocientas hectáreas en la provincia porque el terreno seco impediría enraizar a los plantones. El nivel de las reservas hídricas está, después de un año del Decreto de la Sequía, por debajo del año anterior.
Los que andamos por el campo vemos como los cursos de ríos y arroyos son pedregales vacíos casi en su totalidad, incluso en grandes ríos como Guadiaro o Genal.
La situación parece catastrófica. Digo parece, porque no debe serlo en absoluto. El crecimiento previsto para la Costa del Sol, según los planes de ordenación en revisión, será astronómico.
No parece que nadie se haya parado a pensar en que una casa consume mucha más agua que un plantón de pino piñonero. Sin embargo, se están plantando muchas más casas que árboles. Y junto a esas casas, las del famoso turismo residencial, se plantarán praderas de césped inglés, y exhuberante vegetación tropical, y gigantescas piscinas. Y todo ésto adornado con campos de golf conseguidos a golpe de máquina excavadora y aspersor.
Los falsos profetas del desarrollo sostenible dirán que ese es nuestro futuro. Nuestro futuro es urbanizar salvajemente hasta el último metro posible, y un poco más allá cuando éste se acabe. Y que faraónicas obras de infraestructuras nos permitirán conseguir el agua necesaria para tanto hormigón.
No, no hay paradoja. Para conseguir aguantar tanto hormigón necesitaremos mucho más hormigón. La Gran Presa del Genal es el horizonte previsto en nuestros ecologistas mandatarios. Inundar pueblos y un valle únicos por su valor ambiental, histórico y antropológico.
El hormigón, fuente inagotable de comisiones, de chanchullos. ¿Será casualidad que todas las soluciones previstas pasen por él?. Tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
Hoy he leído que se paraliza la reforestación de mil cuatrocientas hectáreas en la provincia porque el terreno seco impediría enraizar a los plantones. El nivel de las reservas hídricas está, después de un año del Decreto de la Sequía, por debajo del año anterior.
Los que andamos por el campo vemos como los cursos de ríos y arroyos son pedregales vacíos casi en su totalidad, incluso en grandes ríos como Guadiaro o Genal.
La situación parece catastrófica. Digo parece, porque no debe serlo en absoluto. El crecimiento previsto para la Costa del Sol, según los planes de ordenación en revisión, será astronómico.
No parece que nadie se haya parado a pensar en que una casa consume mucha más agua que un plantón de pino piñonero. Sin embargo, se están plantando muchas más casas que árboles. Y junto a esas casas, las del famoso turismo residencial, se plantarán praderas de césped inglés, y exhuberante vegetación tropical, y gigantescas piscinas. Y todo ésto adornado con campos de golf conseguidos a golpe de máquina excavadora y aspersor.
Los falsos profetas del desarrollo sostenible dirán que ese es nuestro futuro. Nuestro futuro es urbanizar salvajemente hasta el último metro posible, y un poco más allá cuando éste se acabe. Y que faraónicas obras de infraestructuras nos permitirán conseguir el agua necesaria para tanto hormigón.
No, no hay paradoja. Para conseguir aguantar tanto hormigón necesitaremos mucho más hormigón. La Gran Presa del Genal es el horizonte previsto en nuestros ecologistas mandatarios. Inundar pueblos y un valle únicos por su valor ambiental, histórico y antropológico.
El hormigón, fuente inagotable de comisiones, de chanchullos. ¿Será casualidad que todas las soluciones previstas pasen por él?. Tiene que llover, tiene que llover a cántaros.
4 comentarios:
que verdad mas grande don gerardo..
Una verdad mu grande, mu grande. Gansa, gansa la verdad, doña Niñata ..
¿En serio crees que llovió por mi escrito?. Joder, me voy a Etiopía y convierto aquello en un vergel ... jajaja. Que llueva mucho en el Genal, y mucho en Fuencarral, y que la lluvia arrastre tras de sí tanto golfo y tanto sinvergüenza, ¿no te parece?.
PD. Hellboy, eso de vuestro apoyo ... explícame, anda, que me tienes asustao.
http://contracampaniaestepona.blogspot.com
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