martes, enero 28, 2014

360 y una

Publicado en VIVA Estepona Información el 25/01/2014



Dicen que cada vez que muere un niño una estrella se apaga en el cielo. Hoy, y dándole la vuelta a la alegoría quiero decir que cada vez que se cierra un periódico se le pega una patada en la entrepierna a la libertad de expresión y al derecho a la libertad de información.

Para qué les voy a engañar, no estoy contento. Con la desaparición de este medio de comunicación pierde la ciudad de Estepona el contrapunto necesario a la sesgada y manipulada información que por parte de la radio televisión pública se vierte diariamente a la ciudadanía. Resulta penoso tener que referirme a “la competencia” antes de hablar sobre nosotros mismos, los de este periódico, aunque no me queda más remedio. Siempre, desde su fundación, los medios públicos han sido aquí La Voz de su Amo, cambiantes según el gobierno de turno pero siempre serviles, pelotas, indignos representantes de una digna profesión. Me gustaría disculparles refiriéndome a los jefes que en cada gobierno les presionaban, dirigían  y obligaban a escribir, pero no sería sincero. Así que, mis apreciados amigos de RTVEstepona, sálvese el que tenga excusa válida. 

Solo los medios privados como éste –tan solo acompañado por la Cadena SER a nivel local– han conseguido elevar una voz diferente a la que surgía desde el despacho del alcalde de turno. Exponiéndose siempre a la crítica, la descalificación, a la vergonzosa orden de retirada de los periódicos en los edificios municipales, a ser borrados de la lista de los que recibían las convocatorias oficiales. Como si esas medidas tan ridículas acabasen con las ganas y la capacidad de informar que aquí han tenido los profesionales, estos sí, del periodismo. Representándoles a todos ellos, me dirigiré a los últimos que quedan en el barco a día de hoy.  Manu y Tami, os deseo todo lo bueno que os merecéis  en vuestra nueva etapa fuera de Estepona. Seguro que os va bien, sois jóvenes, sobradamente preparados y valientes y firmes defensores de los grandes valores del periodismo.

Por lo que me toca, y con la autoridad que me da ser el más veterano de los colaboradores en el medio, tengo que afirmar de forma pública y categórica que pese a los cambios de línea editorial e incluso de propiedad empresarial aquí nunca hemos sido censurados. Jamás se nos ha sugerido sobre qué o en qué línea debíamos escribir y siempre se ha respetado hasta la última coma el contenido de nuestras columnas. Y eso no es corriente, al menos hablando de la mía y teniendo en cuenta que no suelo ser “políticamente correcto”  –¿recordáis las veces que me habéis dicho  “ya verás, Gerry, con esta columna te llevan otra vez al juzgado”? –. Gracias desde aquí a la empresa, y a Lino, Pepe, Paula, Rocío y Tami porque sé que más de una vez han tenido que tragar saliva antes de abrir y después de leer mi correo semanal. 

Sí, porque primero a invitación de Lino Ramos y después la de los diferentes directores vengo apareciendo aquí de forma regular desde noviembre de 2005 y semanalmente, el Reverde con Causa, desde junio de 2007. Puntual, con la puntualidad que supone enviar siempre al filo del cierre, y siempre con mi compromiso contra la corrupción, y en pro de la defensa del medio ambiente y la justicia social. Afortunado por tener una ventana en la que expresar mi opinión y la de mis compañeros. Esa que siempre se nos negó en los medios oficiales, los únicos que hoy ganan con el silencio de VIVA Estepona Información.

361 columnas, 345 de forma consecutiva, terminan hoy. No dejaré de escribir, y si alguien quiere seguir la opinión del Reverde podrá hacerlo en mi blog, http://gerardo-galan.blogspot.com.es/ pero ya no será lo mismo. Estepona amanece menos libre, más desinformada y más triste que ayer.

lunes, enero 20, 2014

De arte, murales y otras hierbas

Publicado en VIVA Estepona el 18/01/2014
La utilización de las paredes en las calles de nuestra ciudad como murales artísticos me pareció, antes de comenzar su proliferación, una excelente idea. Sí, una muy buena idea que en otras ciudades ha conseguido cambiar espacios con estética deprimente en auténticos museos al aire libre.

A veces, algo mucho mejor que eso. Lejos de la frialdad de un museo, la calle se convertía en expresión viva de inquietudes culturales. La mezcla de la innovación artística, ebullición de ideas y jóvenes talentos, casi siempre eran jóvenes, conseguía despertar en los vecinos y los visitantes la mejor de las experiencias que el arte puede proporcionar.

Sin embargo, cuando ya han pasado unos meses desde la primera pintura en una de nuestras calles ha quedado patente algo que nos lleva a ser profundamente pesimista sobre el conjunto de lo actuado. Si algo en común tiene la idea puesta en práctica en Estepona con lo desarrollado en esas ciudades pioneras en el arte callejero es el soporte que se ha utilizado: Esos muros  medianeros, sobre los que en Estepona solo se han pintado medianerías.

Resulta deprimente observar la sucesión de imágenes tópicas y típicas que,  pese a que un observador muy indulgente calificaría de arte naif, solo son dibujos mal realizados. Con escaso interés artístico, mucha caspa  y nula riqueza técnica. También hay un caso de mural, el de Hello Kitty, que en cualquier país civilizado acabaría con su autor y todos los que lo han perpetrado en prisión, por atentado al buen gusto. En Estepona, y salvo algún caso puntual, que siempre existe para confirmar la regla, la inmensa mayoría de los trabajos no vale ni el coste de la pintura con el que están realizados.

Aunque, y no es una contradicción sino lo habitual, pese a que no valen nada nos costarán mucho al bolsillo de los esteponeros. Se ha revelado que algunos de los murales han supuesto desembolsos de 6.000 euros o más, directamente de las cuentas municipales. En otros, mucho más preocupantes por lo que la historia nos cuenta, el primer edil y sus acólitos han recurrido a la fórmula “coste cero” para aludir a la participación de una empresa privada en el pago al “artista” de turno. Cabe sospechar, de manera legítima, que estos otros murales nos saldrán mucho más caros, por las contrapartidas que las empresas conseguirán a cambio del favorcillo pagado.

En una de las infumables inauguraciones a las que nos tiene acostumbrado nuestro alcalde, tuve ocasión de discutir con una pintora sobre el proceso de selección de las obras y los artistas. No sé qué mural ejecutó ella ni sobre qué paredón, pero sí que cuando le pregunté de qué forma accedió a tan jugoso encargo público solo pudo retirarse antes de confesar, quizá avergonzada, que la amistad con el Notario era su único aval.

Porque estos murales, arte callejero de gran valor en afortunadas ciudades de todo el mundo, deberían haberse elegido mediante concurso de ideas, abierto a tantos artistas de talento que seguro tenemos y que carecen de amigos en ningún ayuntamiento.  Artistas que cobrarían lo que se estipulase de forma clara y transparente en esos concursos. Es habitual, también en otras ciudades, que los concursos de arte para colocar en las calles cuenten con jurados cualificados y también con un jurado popular. En una exposición pública de los bocetos, todo el mundo puede opinar sobre lo que cree mejor para su calle o plaza.

Aunque, como ya sabemos, estaríamos hablando de arte, de cultura y de democracia participativa. Nada que ver con el triste mamoneo al que el ególatra notario nos tiene acostumbrados.

viernes, enero 17, 2014

El ERE que viene

Publicado en Estepona Información el 11/01/2014



Mientras los trabajadores despedidos del Ayuntamiento de Estepona están todavía a la espera de la sentencia que el Tribunal Supremo emitirá respecto al ERE de 2012, quitando o dando la razón a los recursos presentados por los sindicatos, se precipita sobre todas las administraciones locales del Estado la reforma dictada por la Ley 27/2013 del 30 de diciembre pasado.

Con la excusa de dotar de mayor efectividad y racionalidad la actuación de los ayuntamientos y demás entidades locales el gobierno del Partido Popular arremete contra los intereses de los vecinos en forma de supresión de unos servicios, privatización y encarecimiento de otros muchos continuando con la estrategia de desnudar las administraciones públicas.

Mezclando churras con merinas, como es habitual cuando la demagogia gobierna, la nueva ley presume de limitar el excesivo y descontrolado gasto de las corporaciones locales recortando la capacidad de fijar las propias retribuciones de alcaldes, concejales y cargos de confianza.

No voy a defender la absoluta libertad que han gozado las corporaciones locales hasta el momento. Por poner un par de ejemplos, eso sería como estar de acuerdo con el multimillonario sueldo que el gobierno del PSOE colocó a Barrientos y al resto de concejales de su gobierno. O el exagerado, además de caro e inútil, número de cargos de confianza que mantiene el actual gobierno de García Urbano.

Sin embargo sí que tenemos que defender, como una conquista de la izquierda, que nuestros cargos públicos y sus asesores puedan participar en la política viviendo dignamente de su ejercicio. Porque es necesario reivindicar que los trabajadores nos representen y actúen en defensa de nuestros intereses sabiendo que sus necesidades básicas están cubiertas. El interés de la derecha es precisamente el contrario, disfrazar como ahorro para la administración lo que solo es una medida destinada a que sean políticos aquellos que por herencia, o por eso que llaman “éxito empresarial y comercial” puedan ejercer como tales. Cerrando así el paso a obreros, estudiantes o pequeños empresarios que no podrían compatibilizar la actividad pública con sus actividades. En una palabra, ese empeño “racionalizador” es para que la política solo la sigan haciendo los ricos.

Insiste el legislador en limitar la autonomía municipal coartando la capacidad para prestar servicios, curiosamente cargando como siempre contra los mismos sectores de nuestra sociedad. Así, los servicios asistenciales, sanitarios y educativos quedan relegados o muy disminuidos, fuera de la capacidad municipal. Dice la ley que todo se hace en aras de la efectividad, y que serán las comunidades autónomas las que podrán delegar esas funciones en los ayuntamientos. Aunque lo que la realidad económica esconde es que también se han dictado leyes que castran a los gobiernos autonómicos en función de los criterios del déficit. El resultado será que los vecinos con más problemas se verán desamparados, al no contar con el esfuerzo de sus ayuntamientos, conocida la inoperancia de las administraciones central y autonómica.

Aunque, y volviendo al principio, no es ese el caso del Ayuntamiento de Estepona. Como ya conocemos, García Urbano es la punta de lanza del PP en todas las iniciativas contrarias al interés de los menos favorecidos. Aquí  ya se habían suprimido vía ERE importantes servicios asistenciales y educativos y con la nueva ley verán reforzados sus regresivos criterios. De hecho, y cuando no queda casi nada por privatizar, seguro que el Notario se frota las manos mientras redacta un nuevo ERE. Podrá hacerlo casi sin contestación social. Como se vio hace unos meses, los sumisos trabajadores municipales tragan con todo.

jueves, enero 09, 2014

Catorce

Publicado en VIVA Estepona Información el 04/01/2014



Comienza  otra vuelta al astro Sol, y como todo el mundo expresaré mi deseo de año nuevo: Espero y deseo que el cambio que están experimentando las normas de convivencia en nuestro Estado giren hacia la izquierda en lugar de tornar, tal y como lo están haciendo ahora, hacia la derecha.

Cuarenta años después no cabe ninguna duda que el dictador Franco tenía razón cuando afirmaba que todo estaba “atado y bien atado”. Los dueños del poder económico siguen manteniéndolo, poseyendo y dirigiendo las grandes empresas, los bancos, las constructoras y las eléctricas, justo como cuando él gobernaba. Aunque, descompensando aún más la estructura económica del país, incluso los monopolios del estado –CEPSA, REPSOL, Telefónica, Correos,Tabacalera, etc. – acabaron en las mismas manos que ya poseían la gran mayoría de lo que en marxismo se denomina “medios de producción”.

Por tanto, tras sucesivos gobiernos de la derecha post-fascista y de la pseudo izquierda representada por el PSOE, nos encontramos con un país en el que el Estado es una estructura cada vez más débil e incapaz de influir en la vida del conjunto de los ciudadanos. Ni siquiera sobrevive la falacia socialdemócrata denominada “estado del bienestar”, que entre nosotros jamás llegó a parecerse en cobertura social a otros países del norte de Europa, pese a la propaganda del felipismo y sus sucesores.

Hoy, en este 2014, peligran también los únicos puntales de ese estado asistencial, representados por los sistemas públicos de salud y pensiones. Casi testimonial en este momento la prestación por desempleo, la inmensa mayoría de los parados son de larga duración, el gobierno de Madrid está acudiendo a los fondos de reserva para las pensiones en un intento desesperado de cumplir con los objetivos de déficit. Y mientras las arcas se vacían, en la mayoría de las comunidades autónomas se dan pasos agigantados para acabar de una vez por todas con la asistencia sanitaria universal y gratuita.

Hay que recordar aquí que el cumplimiento de esos draconianos objetivos de déficit público no es achacable a ninguna troika externa a nuestro país, no son malvados alemanes devora niños. Todos sabemos que aunque el origen de la subordinación española a las normas europeas es antiguo, fue muy importante la decisión del gobierno de Rodríguez Zapatero impulsando una reforma constitucional solo apoyada por el Partido Popular que sometía el interés de los ciudadanos al de las grandes corporaciones mundiales. Tanto el PSOE como el PP han contribuido al empobrecimiento de nuestro pueblo defendiendo de forma desvergonzada y sistemática a lo peor de la sociedad, encarnados en agentes del poder financiero y económico.

Además, demostrando la fragilidad de la transición, el entreguismo de esa izquierda cómplice y el atrabiliario carácter de la derecha española  los sectores más reaccionarios del PP aprovechan para reconquistar lo que siempre creyeron ceder de forma temporal.

La reforma de la ley del aborto, la ley Wert que separa niños y niñas o la criminalización de la plurinacionalidad del Estado o el local homenaje al periódico fascista ABC, por ejemplo, demuestran el interés ultraderechista por imponer, además de en lo económico,  la ideología con la que ganaron la guerra, ganaron la transición y nos siguen ganando hoy. 



Catorce son los signos que hay que acertar para ganar con la quiniela del fútbol. Pero catorce es también el día que se proclamó la Segunda República –14 de abril, “España es una república de trabajadores de toda clase” – o cuando se produjo el asalto a La Bastilla ­–14  de julio, aux armes citoyens! –, día de cambio y que supera el malhadado trece de forma esperanzadora.