jueves, febrero 21, 2013

Sobreros

Publicado en Estepona Información el 16/02/2013

A diferencia del cómico Cantó, yo soy antitaurino. Las corridas de toros suponen aquello de lo que los pueblos deberían avergonzarse, tal y como repudiamos la lucha de gladiadores o el ahorcamiento en las plazas públicas. Es una costumbre cultural, no cabe duda, pero como también es propio de algunas culturas el maltrato a la mujer, la reducción de cabezas o dejar que los pobres mueran en la puerta de los hospitales. No encuentro motivo alguno para defender el sangriento espectáculo de las corridas y considero que todos los animales  -incluido el “homo sapiens” Cantó- merecen una vida digna de principio a fin.

Sin embargo, y también hay que reconocerlo, la deleznable costumbre taurina nos ha dejado aportaciones impagables e inolvidables en el campo de las artes, las letras, la música y a nuestro propio lenguaje. Muchos son los términos taurinos incorporados de forma exitosa al lenguaje corriente,  y variadas las metáforas que podemos construir en nuestro discurso con esas palabras propias pero no exclusivas de los ruedos y el albero.

Uno de esos términos es “sobrero”. El toro número siete en cada lote y que solo correrá la triste suerte de los seis anteriores si alguno de ellos le parece al director de la corrida como inadecuado para participar en el macabro espectáculo. Por extensión, y en el lenguaje no taurino, el sobrero es la opción de la que se echa mano cuando no queda otro remedio.

Estos días, -coincidentes con los papeles de Bárcenas y las pobres excusas manifestadas por los dirigentes del Partido Popular-  estamos seguros que el gobierno que nos toca sufrir es el de la segunda o tercera opción, aquella que la población eligió por no ver o conocer nada mejor. Fracasado el gobierno del PSOE, nuestro desinformado pueblo pensó que el sobrero Rajoy haría mejor faena. El bipartidismo, un país en el que se confunde tortura con cultura y el inmenso poder de la televisión impidió a la mayoría de nuestros convecinos entender que hay muchas más opciones  además de la PPSOE. Y le votaron. Al sobrero.

Y no resistiré la tentación, Rajoy y su gobierno son sobreros por ser segunda opción, pero también por una afición a los sobres llenos de billetes que algunos siempre sospechamos, y de la que todos nos estamos enterando a la vez.

Ya saben, en otra ocasión, y si el animal sale cojo, no escojan al sobrero. Mejor vayan al campo, donde están sueltos los más nobles, y en lugar de matarlo, disfruten de la Tierra con él.

viernes, febrero 15, 2013

Una mentira repetida cien veces…


Publicado en Estepona Información el 09/02/2013



Ya, ya sé que la cita original dice “mil veces”, ahora les explico. Dicen que circula por ahí un panfleto titulado “Cien obras” -del Notario, imagino-, cien plasmaciones físicas de la brillante política de nuestro no menos brillante prócer.  Si en otro momento entraremos en la materia propia del panfleto -las “obras” que se quedan más bien en lavados de cara gatunos- hoy quiero hablarles de la manía que tienen los alcaldes de Estepona en publicar este tipo de documentos.

Dicen los que han visto el panfleto que no contiene mucho texto. Que todo son imágenes y que en muchas de ellas aparecen las agraciadas figuras de nuestros nobles mandatarios. No me han contado, aunque supongo que no será así, que en las fotos van vestidos casi como personas normales, así que descartaré verles subidos sobre blancos corceles.

Así, en un documento impreso en carísimo papel satinado, con muchas fotos a color y con escaso texto, el Notario intenta convencer a los que menos leen de sus vecinos sobre la grandísima labor efectuada en este año y medio que lleva sentado en el trono municipal.

Sinceramente, no veo nada novedoso ni genial en este tipo de panfletos. Todos los alcaldes anteriores emitieron los suyos, y todos escapando de los textos como del agua escaldada, no vaya a ser que alguien contradiga la letra impresa. Este tipo de comportamiento denota una profunda falta de respeto para sus conciudadanos, impropia de aquellos que presumen de superior cultura y educación. ¿Por qué no publican memorándums explicando cuáles son los objetivos buscados con esas “obras”, los medios públicos destinados a realizarlas, el impacto social y económico de las mismas o el proyecto en que están integradas? Puede que eso les obligase a explicar también los concursos, las empresas adjudicatarias, los beneficios empresariales que se derivarían de ahí y los perjuicios a las finanzas municipales. Y, sobre todo, eso a lo que ya me he referido, los planes a que se refieren.

Relatar esas circunstancias colocaría a nuestros mandatarios frente a las promesas electorales, y así todos podríamos comparar lo prometido con lo efectuado, lo conseguido con lo frustrado. En su lugar prefieren publicar fotos en los que ellos aparecen siempre sonriendo contentos de no sabemos qué. Y hacerlo en miles de copias sobre papel couché, que sin saber quién los paga, nos lo imaginamos: Nosotros.  Como decía Goebbels, una mentira repetida mil veces termina convertida en verdad.

martes, febrero 05, 2013

The Best

Publicado en Estepona Información el 02/02/2013


Cuando escribo estas líneas solo dos concejales del PP en toda España han abandonado su partido. Uno de ellos dice que por la vergüenza que está pasando estos días. Solo dos han sido capaces de salir a la calle y participarnos a todos su vergüenza. Aún quedan miles de cargos públicos que o no la han sentido o ni la tienen, ni la conocen, ni sabrían qué hacer con ella si se les echase encima.

Porque militar en el PP no parece compatible con el escrúpulo ante la corrupción, de ser así hace años que ninguna persona se atrevería a presentarse a sus ciudadanos como militante de ese partido.

La corrupción del PP no es una cuestión coyuntural, sino estructural.  Parte desde el mismo momento de su fundación, cuando siete ex ministros de Franco, encabezados por Fraga Iribarne, fundaron la que llamaron Alianza Popular.

Siete franquistas de alto rango, de esos que aplaudían al dictador mientras se dictaba una sentencia de muerte o se ponían ciegos de marisco mientras cerraban negocios con constructores y banqueros. O sea, los mismos de ahora, con la única diferencia sustancial en que en lugar de celebrar las penas de muerte, la piden por las calles alarmándose ante el crecimiento de la delincuencia. La delincuencia de los pobres, que la de los ricos es su forma de vivir.

No ha cambiado mucho ese nido de franquistas, como vemos. Y por tanto no cabe que el movimiento de esos dos concejales dimisionarios, unos despistados supongo, se extienda entre el corriente de concejales y alcaldes del partido popular. ¿Cómo les va a extrañar que sus jefes hagan justo lo que ellos defienden y, como se ha demostrado en muchos casos, hacen también? Relatar la pléyade de casos de corrupción en los que hay militantes del PP implicados y que siguen disfrutando del apoyo de su partido sería tan prolijo que no cabría en todas las páginas de este periódico.

Si me centro en Estepona, tengo que admitir que no espero que dimita nuestro Alcalde ni ninguno de sus concejales por un ataque de vergüenza ante los últimos acontecimientos de su partido. Ninguno de ellos ha demostrado hasta ahora poseer ese sentimiento y eso que han tenido suficientes oportunidades para exteriorizarlo.

En el caso del Notario, compañero de profesión del todavía Presidente del Gobierno, es mucho más difícil que se dé. Llámenlo solidaridad gremial si quieren. Aunque puede que sea por no perderse el premio a mejor alcalde que recibirá junto con los otros cien que deben haberlo pagado, como él.

viernes, febrero 01, 2013

Apechugando

Publicado en Estepona Información el 26/01/2013



A mí tampoco me gusta que se construya una gasolinera en pleno casco urbano. No me gustan las gasolineras,  como tampoco entiendo la enorme expansión que está teniendo este tipo de negocios.  Posiblemente debería estar en declive en la actual coyuntura económica y, sobre todo, ante el próximo advenimiento del fin de la era de los combustibles fósiles.

Pero al parecer, y por mucho que no me guste, la corriente va otra vez en dirección contraria a la que yo creo que hay que remar. Y así, todo el mundo quiere construir una gasolinera. Desde el inversor al que sobra dinero recién blanqueado –vía amnistía fiscal o no– , pasando por el novio de la concejala popular o, como no podría ser de otro modo, por el honrado empresario que no viendo negocio más limpio se implica en el de la venta del negro y sucio petróleo.

La consecuencia de estos impulsos petrolíferos, sumada a la oscura negociación que llevó el gobierno Barrientos con los propietarios de la parcela junto al Parque de Bomberos, nos trae a la situación actual. La empresa plantea una reclamación económica imposible de cumplir, probablemente alejada de la realidad, exagerada y muy discutible jurídicamente, pero que nuestro querido Notario ha decidido asumir sin rechistar.

Que ya se sabe la fortaleza de nuestro querido Prócer cuando de despedir limpiadoras, auxiliares administrativos o discapacitados se trata. Es una auténtica roca con ellos, contrastando con la suavidad de trato que encuentran promotores urbanísticos, empresas multinacionales, entramados empresariales o imputados por corrupción. Con ellos todo es cariño, buenos modos y comprensión, que al fin y al cabo pertenecen a su casta.

Aunque a mí esta semana lo que me lleva a la reflexión es lo siguiente. ¿Qué pensarán los vecinos de la zona que votaron entusiasmados al Notario? Hay que recordar que si la proporción es la misma a la de toda la ciudad, uno de cada dos confió en la gestión del que parece solo gestiona para sí mismo y sus amigotes.  ¿Entenderán que antes que el interés de los vecinos está el de cualquier empresa privada, tal y como ha venido demostrando desde que llegó al poder? ¿Sabrán que les importa un pimiento lo que opinen? A estas alturas muchos de ellos están pidiendo ayuda a los que antes vilipendiaban, izquierdistas, sociatas y ecologistas. Aunque estaremos con ellos, créanme si les digo que a mí lo que me apetece decirles a algunos es que apechuguen con lo votado.