Si alguien no tiene claro a estas alturas que da prácticamente igual votar a PP, PSOE, UPyD o IU es que no sabe leer, no quiere entender o prefiere vivir en la inopia.
El PP y el PSOE han coincidido durante los mandatos de Zapatero casi constantemente en relación a las políticas económicas. En Europa, esa Europa de “los mercaderes” donde realmente se deciden las cuestiones políticas de los estados, han votado hasta en el 80 % de las ocasiones de forma coincidente.
En España el PP apoyó, porque le era imprescindible al gobierno, las anteriores reformas. Las laborales, el aumento del IVA o la reforma de la constitución. En la actual coyuntura nacional, con la mayoría absoluta del PP, los socialistas tienen la oportunidad de desmarcarse testimonialmente en las votaciones, pero siguen manteniendo el mismo compromiso con los grandes lobbys financieros del mundo.
Es posible hasta que esas pretendidas diferencias respecto al matrimonio homosexual o la ley del aborto sean mero marketing, porque cuando se trata de mantener el Concordato con la Iglesia Católica o los privilegios fiscales de tan multimillonaria institución tanto uno como otro partido se han arrodillado a besar el anillo de cardenales, obispos y papas.
Tampoco olvidamos el papel de muleta que permanentemente han ejercido los votos de IU para sostener al PSOE en los gobiernos de comunidades, diputaciones y ayuntamientos. Unos apoyos escasamente críticos y sustanciados en contratación de afines y el pago directo y económico de favores mientras callaban las prácticas corruptas de sus socios o participaban directamente de las mismas.
El papel del nuevo partido ultranacionalista, la UPyD, deja poco resquicio a las dudas cuando repasamos la trayectoria política de su lideresa. La renegada, resentida y perdedora exsocialista Díez despliega ahora su faceta más populista y españolista intentando pescar en las confusas aguas del PPSOE.
No cabe seguir votando a partidos de la vieja política, defensores de la opacidad para sostener caducos modelos económicos. Es hora de llevar a los parlamentos la democracia real. Es la hora de EQUO.
El PP y el PSOE han coincidido durante los mandatos de Zapatero casi constantemente en relación a las políticas económicas. En Europa, esa Europa de “los mercaderes” donde realmente se deciden las cuestiones políticas de los estados, han votado hasta en el 80 % de las ocasiones de forma coincidente.
En España el PP apoyó, porque le era imprescindible al gobierno, las anteriores reformas. Las laborales, el aumento del IVA o la reforma de la constitución. En la actual coyuntura nacional, con la mayoría absoluta del PP, los socialistas tienen la oportunidad de desmarcarse testimonialmente en las votaciones, pero siguen manteniendo el mismo compromiso con los grandes lobbys financieros del mundo.
Es posible hasta que esas pretendidas diferencias respecto al matrimonio homosexual o la ley del aborto sean mero marketing, porque cuando se trata de mantener el Concordato con la Iglesia Católica o los privilegios fiscales de tan multimillonaria institución tanto uno como otro partido se han arrodillado a besar el anillo de cardenales, obispos y papas.
Tampoco olvidamos el papel de muleta que permanentemente han ejercido los votos de IU para sostener al PSOE en los gobiernos de comunidades, diputaciones y ayuntamientos. Unos apoyos escasamente críticos y sustanciados en contratación de afines y el pago directo y económico de favores mientras callaban las prácticas corruptas de sus socios o participaban directamente de las mismas.
El papel del nuevo partido ultranacionalista, la UPyD, deja poco resquicio a las dudas cuando repasamos la trayectoria política de su lideresa. La renegada, resentida y perdedora exsocialista Díez despliega ahora su faceta más populista y españolista intentando pescar en las confusas aguas del PPSOE.
No cabe seguir votando a partidos de la vieja política, defensores de la opacidad para sostener caducos modelos económicos. Es hora de llevar a los parlamentos la democracia real. Es la hora de EQUO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario