Hay quien estos días de secretos al descubierto reclama una posición nítida del PSOE respecto a todo lo acontecido en Estepona. Yo no tengo ninguna duda de que el PSOE provincial se manifestó de forma rotunda cuando tuvo la oportunidad de hacerlo.
Nuestro Alcalde no ha querido colocar a los pies de los caballos a sus dirigentes, pero de sus palabras es fácil deducir que los dirigentes del PSOE tenían copia de los informes y documentos que luego se convirtieron en denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. En aquel momento Marisa Bustinduy, acompañada del aparato provincial, andaluz y federal, prefirió apostar por el factótum local, José Flores, y todo su equipo incluyendo el privilegiado “cerebro” político de Antonio Barrientos.
Todo eso cuando ya tuvo que reconvenir públicamente a Barrientos por la fiebre conveniadora o las más que sospechosas donaciones que venían efectuando, en caja A con procedimientos B y C, las promotoras PRASA o Valle Romano.
Deja caer Valadez que las denuncias sólo son eso, y que el partido no tenía certeza de los hechos narrados. Eso, válido en un procedimiento judicial, no justifica que el partido no pusiese cuidado en las personas a las que entregaba el poder. Si todo era falso, Valadez y Rodríguez deberían ser expulsados, por malintencionados mentirosos. Pero si había visos de verosimilitud, debieron serlo los que luego pasearon esposados por los Juzgados de Estepona.
Aunque me temo que la cuestión vaya mucho más allá, y tenga que ver con la financiación de unos partidos políticos mastodónticos, voraces, consumidores compulsivos que por todas partes necesitan de recaudadores para sus enormes gastos mucho más allá de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos. Ahí, en las tripas de las finanzas andaluzas del PSOE, posiblemente radique el predicamento del manijero y su clan en Sevilla y Málaga. Como posiblemente pase en el caso Bárcenas o tantos otros que salpican a casi todos los partidos políticos.
Casi todos, que como dijo mi admirado Crespo “de financiación, que hablen Los Verdes, pero esta gente …”
Nuestro Alcalde no ha querido colocar a los pies de los caballos a sus dirigentes, pero de sus palabras es fácil deducir que los dirigentes del PSOE tenían copia de los informes y documentos que luego se convirtieron en denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción. En aquel momento Marisa Bustinduy, acompañada del aparato provincial, andaluz y federal, prefirió apostar por el factótum local, José Flores, y todo su equipo incluyendo el privilegiado “cerebro” político de Antonio Barrientos.
Todo eso cuando ya tuvo que reconvenir públicamente a Barrientos por la fiebre conveniadora o las más que sospechosas donaciones que venían efectuando, en caja A con procedimientos B y C, las promotoras PRASA o Valle Romano.
Deja caer Valadez que las denuncias sólo son eso, y que el partido no tenía certeza de los hechos narrados. Eso, válido en un procedimiento judicial, no justifica que el partido no pusiese cuidado en las personas a las que entregaba el poder. Si todo era falso, Valadez y Rodríguez deberían ser expulsados, por malintencionados mentirosos. Pero si había visos de verosimilitud, debieron serlo los que luego pasearon esposados por los Juzgados de Estepona.
Aunque me temo que la cuestión vaya mucho más allá, y tenga que ver con la financiación de unos partidos políticos mastodónticos, voraces, consumidores compulsivos que por todas partes necesitan de recaudadores para sus enormes gastos mucho más allá de la Ley de Financiación de los Partidos Políticos. Ahí, en las tripas de las finanzas andaluzas del PSOE, posiblemente radique el predicamento del manijero y su clan en Sevilla y Málaga. Como posiblemente pase en el caso Bárcenas o tantos otros que salpican a casi todos los partidos políticos.
Casi todos, que como dijo mi admirado Crespo “de financiación, que hablen Los Verdes, pero esta gente …”
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