Actualización de mi blog http://gerardo-galan.blogspot.com
Hoy tocaba, como cada lunes, hablar de la política en la Costa. Politiquilla casi siempre. Politiquillos, miserables politiquillos, siempre. Incluido yo mismo, por supuesto. Sin embargo, la historia apareció ayer tarde y cayó sobre nuestras cabezas.
Y nos trajo recuerdos de la Palabra en mayúsculas. Democracia, Solidaridad, Libertad, Socialismo. Ayer todos fuimos otra vez, Chile.
No merece ni siquiera una mención el nombre de la bestia. Ese que aún muerto, no merece respeto. Vivo era un asesino, muerto no será más que carroña asesina.
Sí que hay que hablar de los otros, de los miles de víctimas caidas por pelear por un mundo mejor. O para ser expoliadas y robadas. O porque sí. Muchas fueron asesinadas por el simple y sádico placer de matar. Hoy tengo que hablar de los que descansan por fin en sus tumbas, y de los que esperan ser encontrados en tumbas desconocidas.
Personificaré mi recuerdo en tres grandes hombres, con mayúsculas, tres ausentes, compañeros de pensamiento, maestros, espejos de bondad y compromiso. Ausentes por culpa del fascismo asesino, presentes siempre junto a nuestro lado.
Víctor Jara, poeta, cantor, militante de la causa campesina y obrera. Camarada y compañero, asesinado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Dice la leyenda que le cortaron las cuerdas vocales para impedirle cantar, y las manos para que no tocase la guitarra. Pese a todos esos esfuerzos sigue cantándonos cada día.
Salvador Allende, Presidente, asesinado mientras defendía el Palacio de la Moneda, firme en el puesto que los chilenos le encomendaron. Los dueños del mundo enviaron a la escoria fascista para callarlo, para evitar que la riqueza de Chile fuese a parar a sus legítimos propietarios.
Y nos trajo recuerdos de la Palabra en mayúsculas. Democracia, Solidaridad, Libertad, Socialismo. Ayer todos fuimos otra vez, Chile.
No merece ni siquiera una mención el nombre de la bestia. Ese que aún muerto, no merece respeto. Vivo era un asesino, muerto no será más que carroña asesina.
Sí que hay que hablar de los otros, de los miles de víctimas caidas por pelear por un mundo mejor. O para ser expoliadas y robadas. O porque sí. Muchas fueron asesinadas por el simple y sádico placer de matar. Hoy tengo que hablar de los que descansan por fin en sus tumbas, y de los que esperan ser encontrados en tumbas desconocidas.
Personificaré mi recuerdo en tres grandes hombres, con mayúsculas, tres ausentes, compañeros de pensamiento, maestros, espejos de bondad y compromiso. Ausentes por culpa del fascismo asesino, presentes siempre junto a nuestro lado.
Víctor Jara, poeta, cantor, militante de la causa campesina y obrera. Camarada y compañero, asesinado en el Estadio Nacional de Santiago de Chile. Dice la leyenda que le cortaron las cuerdas vocales para impedirle cantar, y las manos para que no tocase la guitarra. Pese a todos esos esfuerzos sigue cantándonos cada día.
Salvador Allende, Presidente, asesinado mientras defendía el Palacio de la Moneda, firme en el puesto que los chilenos le encomendaron. Los dueños del mundo enviaron a la escoria fascista para callarlo, para evitar que la riqueza de Chile fuese a parar a sus legítimos propietarios.
Pablo Neruda, el más grande poeta, muerto de pena tan sólo once días después que Salvador Allende. Camarada, compañero, poeta del amor y del pueblo. Víctor, Salvador y Pablo. Tremenda trilogía de lo humano. Vosotros nunca estaréis muertos.
4 comentarios:
tomad nota de un nuevo blog en estepona:
esteponafirme.blogspot.com
con la colaboracion de todos lo haremos mejorar,
saludos
¿Lo ves Gerardo? Más o menos eso te comenté en tu anterior crónica. El Totalitarismo, en todas sus vertientes, ha fallecido o está a punto. AFORTUNADAMENTE. Pero, créeme por favor. Igual de malos y perversos han sido los unos, como los otros.
La política de ostentar el poder mediante el terror, no fue inventada ni por los fascistas, comunistas o régimen totalitario, y represor de éstos. Fue maquinado mucho antes. Su nombre: ROBESPIERRE.
Un saludote y hasta pronto.
Muy buena crónica.
Palabras del escritor, premio nobel, Thomas Mann:
“Colocar en el mismo plano moral el comunismo ruso y el nazifascismo, en la medida en que ambos sean totalitarios, en el mejor de los casos es una superficialidad; en el peor es fascismo. Quien insiste en esta equiparación puede considerarse un demócrata, pero en verdad y en el fondo de su corazón es en realidad ya un fascista, y desde luego sólo combatirá el fascismo de manera aparente e hipócrita, mientras deja todo su odio para el comunismo”
Eres bueno y auténtico, amigo Gerardo Galán.
Salud y República
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