Hace unos días me asaltó un vecino en la calle para felicitarme por una de las
columnas que publico en este diario. El hombre, justamente indignado, recordaba
cómo fue engañado durante la campaña electoral por nuestro ínclito prócer, El
Notario. “Ahí mismo –decía señalando a la Plaza del Reloj– nos
prometió no despedir a nadie del Ayuntamiento”. Tuve que recordarle que no
nos engañó a todos, aunque todos suframos ahora su indigno proceder.
Como casi todos los políticos que usan internet exclusivamente para hacer campaña electoral, nuestro alcalde tuvo la torpeza de escribir un blog hasta poco antes de las elecciones municipales. Abandonado una vez conseguido el poder, también habitual en este tipo de internautas, no tuvo la prudencia de borrarlo. Ahora cualquiera puede contrastar lo que dijo con lo que hace.
Ahí es fácil leerle perlas como ésta: “El trabajo del Partido Popular tiene que ir encaminado a aumentar el empleo. Todos nuestros decálogos .../… ya he traslado (sic) a la plantilla municipal que tiene que estar tranquila. Mantendremos los puestos de trabajo del Ayuntamiento; eso sí, exigiremos productividad, porque tareas para hacer hay de sobra.”
Un año después el nivel de paro en la localidad ha aumentado y en el Ayuntamiento drásticamente, con el despido de 176 trabajadores. ¿Mostrando desconocimiento sobre la realidad que se iba a encontrar? No, porque en el mismo blog decía “Desde el principio me obsesionó hacer un diagnóstico exacto de los problemas del municipio. Mi gran preocupación no es ganar las elecciones municipales del próximo día 22 de mayo sino que mi gran pregunta es:¿y si ganamos qué hay que hacer? Así vio la luz el libro blanco donde a groso modo se recogen todos los problemas del municipio”. Es decir, que el reiterado recurso del PP al desconocimiento de lo que recibían en su caso era mentira. Tenía un diagnóstico exacto de la situación.
No se trataba por tanto más que de una estrategia diseñada conscientemente por un mentiroso. Y ya está bien, no le podemos aguantar más tiempo. Dimite de una puñetera vez, Notario.
Como casi todos los políticos que usan internet exclusivamente para hacer campaña electoral, nuestro alcalde tuvo la torpeza de escribir un blog hasta poco antes de las elecciones municipales. Abandonado una vez conseguido el poder, también habitual en este tipo de internautas, no tuvo la prudencia de borrarlo. Ahora cualquiera puede contrastar lo que dijo con lo que hace.
Ahí es fácil leerle perlas como ésta: “El trabajo del Partido Popular tiene que ir encaminado a aumentar el empleo. Todos nuestros decálogos .../… ya he traslado (sic) a la plantilla municipal que tiene que estar tranquila. Mantendremos los puestos de trabajo del Ayuntamiento; eso sí, exigiremos productividad, porque tareas para hacer hay de sobra.”
Un año después el nivel de paro en la localidad ha aumentado y en el Ayuntamiento drásticamente, con el despido de 176 trabajadores. ¿Mostrando desconocimiento sobre la realidad que se iba a encontrar? No, porque en el mismo blog decía “Desde el principio me obsesionó hacer un diagnóstico exacto de los problemas del municipio. Mi gran preocupación no es ganar las elecciones municipales del próximo día 22 de mayo sino que mi gran pregunta es:¿y si ganamos qué hay que hacer? Así vio la luz el libro blanco donde a groso modo se recogen todos los problemas del municipio”. Es decir, que el reiterado recurso del PP al desconocimiento de lo que recibían en su caso era mentira. Tenía un diagnóstico exacto de la situación.
No se trataba por tanto más que de una estrategia diseñada conscientemente por un mentiroso. Y ya está bien, no le podemos aguantar más tiempo. Dimite de una puñetera vez, Notario.
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