domingo, enero 13, 2008

El palo de un gallinero


Publicado en Estepona Información el 12/01/2008

Los representantes de los trabajadores de la radio televisión pública han reventado finalmente y exigen mejoras laborales. Trabajan en condiciones que la Inspección de Trabajo calificó de intolerables y en unas instalaciones que hace meses debieron ser clausuradas.



Loable el empeño de los sindicatos que deben mantener hasta que su trabajo se desarrolle en condiciones de seguridad e higiene. Me gusta que los trabajadores luchen por su dignidad como tales. Espero, ilusionado, que estos mismos compañeros protesten enérgicamente por la manipulación política de la que son objeto las emisiones de los medios públicos de comunicación. Los sindicatos de los trabajadores se pondrán inmediatamente a defender la libertad de información en los medios de titularidad pública.



Cualquiera que hable con redactores de esos medios es conocedor de la permanente batalla que mantienen entre su criterio profesional sobre qué y cómo debe ser emitido y la presión sistemática a la que son sometidos, diariamente, por parte de los comisarios políticos impuestos por el gobierno municipal.



La censura y la manipulación no son hechos aislados en la Radio Televisión Municipal de Estepona, sino la única forma en la que se ha trabajado desde su fundación. La presencia del director, el “Ronco” De Loma, que únicamente ejerce de guardaespaldas y compañero de cafés de un Alcalde endiosado no es precisamente garantía de independencia informativa. La sistemática vigilancia y control impuesta por el otro comisario socialista, Rafael García, hace imposible que los trabajadores desarrollen de manera independiente su trabajo. A los ciudadanos la información sólo nos llega sesgada y repleta, hasta la saciedad, de imágenes de un alcalde endiosado y sin sentido del ridículo permanentemente en pantalla.


Sí, los medios de comunicación pagados por todos están como el palo de un gallinero. Y no sólo por las deficiencias de las instalaciones. Sentado estaré a la espera de que los sindicatos exijan, por fin, el deseado Estatuto que garantice la libertad informativa.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mireusted don verde... nuestros gallineros estan mu limpitos y nuestros palos tambien

Anónimo dijo...

Hay que ver qué mal huelen los gallineros. Lo peor de ellos es el polvillo ése tan fino de la mierda de los gallinas que se cuela por cualquier sitio incrustándose vitaliciamente en los pulmones.