Ayer disfrutamos de una levantera de esas que se recuerdan durante bastante tiempo. Una levantera capaz de arrancar los puentes, que se decía antiguamente. Una levantera a las que se les pedía “ojalá se lleve todo lo malo”.
No ha sido así, y lo malo sigue profundamente arraigado. La levantera podría haberse llevado algo que tenía muy cerca, el mamotreto de PRASA, “ostentóreo” homenaje al gilismo que los gilistas actuales quieren conservar y los socialistillos quieren intercambiar por votos y millones de euros. No hay más opciones para el edificio de PRASA que la demolición. Una vez más la dinamita se presenta como la mejor de las soluciones a problemas enquistados.
Hay que recordar que los presuntos derechos adquiridos por los propietarios de la parcela lo fueron siempre por decisiones equivocadas o malintencionadas, o ambas cosas, de la administración local. Quien no recuerda que los que le facilitaron licencia, les permitieron incumplirla hasta el exceso y quienes perdieron misteriosamente el expediente en las oficinas de urbanismo son personas con nombres y apellidos.
Que sean ellos los que se entiendan con la inocente PRASA. Que ellos resuelvan los compromisos a los que llegaron con la promotora. La solución declarada del Alcalde, la demolición, es la única posible. La no tan declarada, la compensación con otro convenio urbanístico generador seguramente de un gran múltiplo de las ganancias inicialmente previstas tampoco es tolerable. Dinamita a la base y que pleiteen contra los responsables. Seguro que les encuentran.
No ha sido así, y lo malo sigue profundamente arraigado. La levantera podría haberse llevado algo que tenía muy cerca, el mamotreto de PRASA, “ostentóreo” homenaje al gilismo que los gilistas actuales quieren conservar y los socialistillos quieren intercambiar por votos y millones de euros. No hay más opciones para el edificio de PRASA que la demolición. Una vez más la dinamita se presenta como la mejor de las soluciones a problemas enquistados.
Hay que recordar que los presuntos derechos adquiridos por los propietarios de la parcela lo fueron siempre por decisiones equivocadas o malintencionadas, o ambas cosas, de la administración local. Quien no recuerda que los que le facilitaron licencia, les permitieron incumplirla hasta el exceso y quienes perdieron misteriosamente el expediente en las oficinas de urbanismo son personas con nombres y apellidos.
Que sean ellos los que se entiendan con la inocente PRASA. Que ellos resuelvan los compromisos a los que llegaron con la promotora. La solución declarada del Alcalde, la demolición, es la única posible. La no tan declarada, la compensación con otro convenio urbanístico generador seguramente de un gran múltiplo de las ganancias inicialmente previstas tampoco es tolerable. Dinamita a la base y que pleiteen contra los responsables. Seguro que les encuentran.