Coincidirán conmigo en que algo tan poco gracioso como es el ataque a la libertad de expresión perpetrado esta semana pasada nos ha proporcionado multitud de oportunidades de risa.
La misma portada, la genial declaración de la ministra dándole la razón al fiscal, la réplica de la revista ... hemos disfrutado como enanos a costa de la actuación de una pareja ciertamente bufónica. No, no me refiero a los dibujantes censurados, ni tampoco al Sr. Borbón y su esposa. Me refiero a la pareja fiscal-juez que, aunque investidos de todo el respeto que la institución judicial me merece, no me negarán que han tenido gracia.
Me imagino a ese fiscal acudiendo al quiosco en busca de artículos que rechinen mientras hablan de la primera institución del estado. No los encontrará, claro. En este país la monarquía está dotada de una protección legal que les convierte en “ciudadanos no iguales ante la ley” curiosa paradoja democrática, y otra protección no legal que les convierte en “intocables” por un pacto tácito entre periodistas y políticos. El fiscal no encontrará en papel nada que cuestione una institución incuestionable, que hable críticamente del papel de la monarquía durante la dictadura y la transición, o pretenda conocer el patrimonio acumulado por los Sres. Borbón mientras nos acogían paternalmente bajo su seno. Ni siquiera encontrará fácilmente cuanto dedican los Presupuestos Generales del Estado a tan noble familia y allegados.
Sí que es fácil de encontrar, sin embargo, a algunos especialistas en ser más papistas que el Papa y más monárquicos que las galletas Príncipe. También encontraremos mucho pelota, de esos ridículamente arrastrados. De los primeros podremos recibir, se ha demostrado, actuaciones esperpénticas que producirían tan sólo risa si no fuese porque las realizan personas con altísimas responsabilidades en la defensa de las libertades.
Los otros, los pelotas, nos regalarán actuaciones también ridículas, como aquellos empujones que daban nuestros próceres locales para hacerse la foto con cualquier Borbón en los Fitur pasados ...