Publicado en Estepona Información el 14/01/2006
FELIZ 2.735,8
Pues eso, que tengan todos los lectores de este periódico, y todos los esteponeros, un muy Feliz 2.735,8.
No, no es un error. Ya sé que el año que acaba de comenzar es el 2006, y que la costumbre (y el deseo real de las personas de bien) es que el nuevo año sea para todos feliz y próspero. Es también mi deseo, y después de dejarlo claro tendré que aclarar también el pequeño misterio de esa cifra tan poco redonda, 2.735,8.
Dos mil setecientos treinta y cinco millones de pesetas. Esa es la cantidad que el Tribunal de Cuentas está intentando escudriñar en la enmarañada contabilidad de las empresas que un día fundo el partido Gilista en nuestra localidad. No está mal, no. Las palabras de tan alta institución del Estado son exactamente El análisis de las Sociedades municipales ha puesto de manifiesto la existencia de numerosas operaciones que no han quedado adecuadamente justificadas, por al menos 2.735,8 millones de ptas.
Una bonita cifra que sigue sin estar justificada, pese a los intentos de las dos últimas administraciones cogobernadas por miembros de ese partido, el GIL. Personas que participaron directamente en la comisión de los hechos han intentado infructuosamente encontrar los documentos que justifiquen el destino de 2.735,8 millones de pesetas, durante más de 3 años, y de la mano de dos alcaldes distintos (Rosa Díaz del PP, y Antonio Barrientos, del PSOE).
Aquel argumento del que presuman los gilistas, la gestión empresarial, queda seriamente dañado. Ninguna empresa permitiría que 2.735,8 millones de pesetas quedasen en el limbo de lo indocumentado o injustificado. Ninguna empresa mantendría en su cargo a los responsables de que cada peseta, cada euro, estuviese perfectamente justificado. Ni siquiera en un periodo como el actual, de investigación sobre aquellos hechos.
Ninguna, salvo los ayuntamientos de la Costa, al parecer. En Estepona aquellos magníficos gestores han conseguido la confianza de parte del electorado, primero, y de la totalidad de la clase política local, después. Entre todos hemos convertido en políticos y demócratas a los que vinieron como pregoneros del fin de la ideología, de la política e incluso de la democracia.
Aunque puede que las cosas vuelvan a su cauce, tarde como siempre, pero queda poner la esperanza en la justicia, que en este país siempre llega tarde y a veces mal, pero que acta, lenta e inexorablemente, intentando encontrar respuestas a tantos y tantos interrogantes.
En estas semanas el Ayuntamiento de Estepona está siendo requerido por el Tribunal de Cuentas para mantener o desistir del legítimo interés de reposición de los posibles daños que la gestión de los años oscuros del gilismo produjo a nuestro patrimonio común.
No sabemos cual es la respuesta que se está dando a estos requerimientos por parte de una administración gobernada ahora mismo por aquellos que en su da fueron responsables de la existencia de numerosas operaciones que no han quedado adecuadamente justificadas, por al menos 2.735,8 millones de ptas.
Lo que sí que sabemos es que un grupo de ciudadanos, miembros de dos asociaciones distintas, está intentando que a nadie se le ocurra desistir, dejar caer en el olvido o correr un tupido velo por una cuestión tan importante como son los al menos 2.735,8 millones de pesetas.
Alguno me dirá en este momento demagogo si hago un recuento de cuanto se podría hacer en mi municipio con tantísimo dinero, así que simplemente lo dejaré a la imaginación de nuestros lectores. Ya saben, pueden empezar a soñar con hospital, parque, teatro o sueldos y nóminas, que para todo podría servir ...
No, no es un error. Ya sé que el año que acaba de comenzar es el 2006, y que la costumbre (y el deseo real de las personas de bien) es que el nuevo año sea para todos feliz y próspero. Es también mi deseo, y después de dejarlo claro tendré que aclarar también el pequeño misterio de esa cifra tan poco redonda, 2.735,8.
Dos mil setecientos treinta y cinco millones de pesetas. Esa es la cantidad que el Tribunal de Cuentas está intentando escudriñar en la enmarañada contabilidad de las empresas que un día fundo el partido Gilista en nuestra localidad. No está mal, no. Las palabras de tan alta institución del Estado son exactamente El análisis de las Sociedades municipales ha puesto de manifiesto la existencia de numerosas operaciones que no han quedado adecuadamente justificadas, por al menos 2.735,8 millones de ptas.
Una bonita cifra que sigue sin estar justificada, pese a los intentos de las dos últimas administraciones cogobernadas por miembros de ese partido, el GIL. Personas que participaron directamente en la comisión de los hechos han intentado infructuosamente encontrar los documentos que justifiquen el destino de 2.735,8 millones de pesetas, durante más de 3 años, y de la mano de dos alcaldes distintos (Rosa Díaz del PP, y Antonio Barrientos, del PSOE).
Aquel argumento del que presuman los gilistas, la gestión empresarial, queda seriamente dañado. Ninguna empresa permitiría que 2.735,8 millones de pesetas quedasen en el limbo de lo indocumentado o injustificado. Ninguna empresa mantendría en su cargo a los responsables de que cada peseta, cada euro, estuviese perfectamente justificado. Ni siquiera en un periodo como el actual, de investigación sobre aquellos hechos.
Ninguna, salvo los ayuntamientos de la Costa, al parecer. En Estepona aquellos magníficos gestores han conseguido la confianza de parte del electorado, primero, y de la totalidad de la clase política local, después. Entre todos hemos convertido en políticos y demócratas a los que vinieron como pregoneros del fin de la ideología, de la política e incluso de la democracia.
Aunque puede que las cosas vuelvan a su cauce, tarde como siempre, pero queda poner la esperanza en la justicia, que en este país siempre llega tarde y a veces mal, pero que acta, lenta e inexorablemente, intentando encontrar respuestas a tantos y tantos interrogantes.
En estas semanas el Ayuntamiento de Estepona está siendo requerido por el Tribunal de Cuentas para mantener o desistir del legítimo interés de reposición de los posibles daños que la gestión de los años oscuros del gilismo produjo a nuestro patrimonio común.
No sabemos cual es la respuesta que se está dando a estos requerimientos por parte de una administración gobernada ahora mismo por aquellos que en su da fueron responsables de la existencia de numerosas operaciones que no han quedado adecuadamente justificadas, por al menos 2.735,8 millones de ptas.
Lo que sí que sabemos es que un grupo de ciudadanos, miembros de dos asociaciones distintas, está intentando que a nadie se le ocurra desistir, dejar caer en el olvido o correr un tupido velo por una cuestión tan importante como son los al menos 2.735,8 millones de pesetas.
Alguno me dirá en este momento demagogo si hago un recuento de cuanto se podría hacer en mi municipio con tantísimo dinero, así que simplemente lo dejaré a la imaginación de nuestros lectores. Ya saben, pueden empezar a soñar con hospital, parque, teatro o sueldos y nóminas, que para todo podría servir ...
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