lunes, mayo 30, 2011

Indignado

Publicado en Estepona Información el 30/05/2011

Esta mañana me disponía a redactar mi columna semanal en clave de crónica postelectoral, había decidido no felicitar al dirigente popular y populista que las ganó en Estepona. Un dirigente opaco, con un pasado que no me inspira confianza y con un presente plagado de preguntas sobre sus intereses políticos y empresariales, sus implicaciones con presuntos delicuentes de cuello blanco que son sus amigos y socios y su desprecio a la democracia, al debate y a los ciudadanos.

No iba a felicitarle porque he visto cómo ha usado a sus vecinos para catapultarse al poder de manera zafia y mentirosa, desplegando unas propuestas programáticas que sabe son imposibles de cumplir y otras que de hacerlo supondrían graves perjuicios para el futuro de la comunidad. No tendrá mi cortés felicitación, porque lo políticamente correcto no entra en mi comportamiento y sí, sin embargo, la expresión sincera de mis sentimientos.

Sin embargo, los graves acontecimientos que se están desarrollando ahora mismo en Barcelona, viernes 27 de mayo, me empuja a lanzar un grito de ánimo, de apoyo y de indignación ante la actuación brutal de los cuerpos policiales contra un puñado de jóvenes armados exclusivamente con sus ansías de democracia y su espíritu libre.

El estado se ha desenmascarado una vez más, con la burda excusa de las celebraciones del fútbol ha cargado contra los manifestantes dejando claro hasta cuánto va a tolerar a esos jóvenes que demandan el cambio, inexcusable, del sistema político actual. Un sistema político que se llama democrático mientras no se cuestione el status quo de las corporaciones financieras y grandes compañías, mientras se mantenga sometidos y aborregados a los ciudadanos.

Tenía que ser el fútbol, instrumento ideológico de primera magnitud, la excusa que los políticos gobernantes han usado para cargar contra la libertad de expresión y pensamiento. Los gobernantes nos prefieren borrachos y con banderas futboleras antes que pensando. En este momento, indignado, me encamino a la Plaza 15-M de Estepona, para acompañar a aquellos que merecen la pena.

De color

Publicado en Estepona Información el 21/05/2011

Cuando este periódico llegue a sus manos estaremos todos en tiempo de reflexión antes de las decisivas elecciones del domingo 22 de mayo. Como entenderán, tendría muchas cosas que decirles en este momento y que, por respeto a la legislación y porque creo que ya nos han escuchado bastante, voy a guardarme para otra ocasión.

Sí que me permitiré recordarles que el voto debe ser una acción reflexiva, meditada y, a ser posible, que sea capaz de diferenciar las falsas promesas de la realidad de las cosas.

Así, si alguien le ha ofrecido trabajo en el ayuntamiento, o en una de las “grandes obras” prometidas por todos los partidos tienen que saber que la capacidad de cumplir esa promesa es nula. Porque no es posible incrementar la excesiva plantilla municipal y porque esas grandes obras de iniciativa privada o pública supramunicipal o solo existen en la calenturienta imaginación de algunos candidatos o dependen exclusivamente de voluntades ajenas al ámbito municipal.

Quisiera llamarles la atención sobre algún mensaje xenófobo, anticonstitucional y por tanto manifiestamente ilegal que también se ha oído durante la campaña. No se puede discriminar a nadie por razón de origen o nacimiento y, por tanto, tampoco se puede forzar ni a la administración ni a los particulares a contratar “esteponeros” exclusivamente. Diga lo que diga algún mensaje racista continuamente repetido estas dos semanas.

Y sin más, no quiero desaprovechar la ocasión para mostrarles algunas cosas que pueden haber pasado desapercibidos a todos, por cotidianas.

Manzana, limón del Castor en septiembre, tomillo, romero y orégano. Chaparro, pino y pinsapo. Ranita de san antonio, lagarto ocelado, verderón, pacita y chamariz. Grama, pasto fresco y naranjos. La Cala, el Padrón, Guadalmansa y Arroyo Vaquero. Heno, trigo encañando y frijones de la Boladilla. Tomateras, pimientos y sandías. Olas de poniente turquesas y encrestadas. Banderas de mi tierra, huertas y vegas en primavera, lomas de Reinoso, Guadalobón o Cancelada. Coscojas, madroños, nísperos y aulagas. Todo de un mismo color, el de la esperanza.

Estatua ecuestre

Publicado en Estepona Información el 13/05/2011

Se despachó a gusto nuestro candidato popular esta semana en una reunión con una asociación de vecinos en la que nada más y nada menos dijo lo siguiente, sin inmutarse, sin que le temblara la voz o el pulso: “Los mejores alcaldes de Estepona han sido Farinós y Gil”.

Ya sé que no me debo impresionar conocido el perfil “democrático” del Sr. Urbano. Le gustan los alcaldes franquistas y el populismo gilista, algo ya leído en esta columna en otras ocasiones.

Me quejaré de su desconocimiento de la historia de Estepona que, como el presente y el futuro, le importan un pimiento visto lo visto. Intolerable que anteponga la figura del militar franquista a la de un personaje clave en nuestra historia como fue D. Félix Troyano, último alcalde de la República, brutalmente asesinado por los que décadas después colocaron a Farinós de alcalde de la dictadura, un puesto que únicamente a los esteponeros compete designar.

No negaré la obra por la que es recordado Ángel Farinós, el Paseo Marítimo, que le encumbró en la memoria colectiva como “un buen alcalde”. Pero el mismo hecho de su nombramiento, ilegítimo y en nombre de un gobierno criminal me impide recordarle como “el mejor alcalde”, y más teniendo el ejemplo de Félix Troyano, alcalde y mártir de la democracia.

Tampoco negaré las obras del otro ejemplo y lucero de nuestro “Notario” como le llaman en sus spots. No las negaré porque… ¿cuáles son? Del período gilista recordamos la doctrina de la opacidad en las empresas municipales, la expropiación manu militari de los terrenos de la Colonia del Ángel o los tristes episodios violentos protagonizados por algunos de sus concejales. Suponiendo que no quiera calcar esos comportamientos, me temo que pretenderá convertir al Ayuntamiento, como hizo Gil, en un cortijo, en lugar de una administración pública.

Malas referencias las del Notario, que supongo las elegirá para deslumbrar a un electorado que presume de derechas y, si el tiempo lo remedia, se revelará de izquierdas para colocarle en su sitio. Como a una estatua ecuestre de Franco, arrinconado en un desván.

sábado, mayo 07, 2011

Democracia

Publicado en Estepona Información el 07/05/2011

Justo cuando comienza la campaña oficial de lo que es tópicamente denominado como “la fiesta de la democracia” algunos hemos observado cómo cada vez son más las carencias de este sistema político en el que vivimos.

Los demócratas, los de verdad, los que lo somos sin fisuras ni opiniones interesadas según por dónde sopla el viento hemos vivido estos días muy preocupados por graves hechos que no podemos callar por la coyuntura electoral en la que vivimos. No es para nosotros la democracia una palabra vacía, la caza del voto o una pose cada cuatro años. La democracia es, debe ser, el gobierno del pueblo.

Anoche el Tribunal Constitucional permitió la participación de la coalición Bildu en las elecciones municipales. Una decisión tomada tras lo que a nosotros nos pareció un ataque furibundo e injustificado, por parte del PSOE y PP principalmente y luego ratificado por el Tribunal Supremo, a uno de los derechos básicos de todos los ciudadanos. El derecho a ser elegido y elegir a sus representantes. Sin que mediase probada culpabilidad y despreciando el derecho de esos ciudadanos se pretendía manipular la opinión de toda una comunidad impidiendo el libre derecho al voto. Afortunadamente, han tropezado con el más alto Tribunal, que pese a los esfuerzos de los dos partidos mayoritarios permitirá que estas elecciones municipales sean un poco más limpias.

Pero el peligro para la democracia no acaba ahí, esta misma semana se ha jaleado un acto terrorista que acabó con una ejecución sumaria, ajena a la justicia y directamente emparentada con la venganza en la persona de un presunto delincuente, Bin Laden. Desde el Gobierno de España y desde la oposición mayoritaria se ha despreciado el derecho internacional, la declaración de los derechos humanos y esa presunción de inocencia de la que tanto alardean cuando de sus imputados por corrupción se trata.

Sin garantías democráticas los Sres. Camps o Valadez no podrían participar en las elecciones. Para ellos, como para el peor de los terroristas reclamamos los demócratas el mismo trato y en las mismas condiciones.