lunes, julio 19, 2010

Broncos estertores

Publicado en Estepona Información el 17/10/2010

Hace unas semanas les prometí no entrar en el juego típico de la subpolítica esteponera, descalificaciones y gritos entre supuestos adversarios políticos que terminaban votando a favor de la sobreexplotación del territorio, el incremento de tasas y tributos o aplaudiendo silenciosamente el nepotismo de propios y extraños. Por si acaso volcaba la tortilla, ya saben.

Los Verdes no hemos disparado únicamente con fogueo en ruedas de prensa o ante forofos partidarios. Eso, el autobombo y la zafia propaganda, queda para aquellos que ante la cámara televisiva vociferan y a la hora de la verdad se frotan las manos ante los probables beneficios de un tinglado urbanístico presto a ser votado con todos los parabienes en el pleno municipal.

Los Verdes nos situamos en su momento como única fuerza política decidida a recuperar el daño sufrido por el ayuntamiento esteponero durante la gestión del gobierno gilista de 1995 y lo demostramos ampliando, fundamentando y ganando sentencias a favor del interés público ante el Tribunal de Cuentas.

Imaginamos que eso fue así por nuestras profundas convicciones y también, todo hay que decirlo, porque los demás partidos se fueron descabalgando de esta defensa a medida que pactaban con los gilistas o sus sucesores en pactos de gobierno que han llevado a más de uno a la cárcel.

Y aquí me toca hablar de esta columna, que esta semana propició que estuviese sentado declarando ante un juez como imputado. Una imputación que no la promovió juez, ni fiscal, ni órgano policial alguno. Tampoco se me imputan delitos que tengan que ver con la corrupción. Mis pasajeros “problemas” no son más que uno de los últimos estertores políticos de alguien que sabe que su vida pública ha terminado. No crean que no le compadezco, no me gustaría haber pasado seis meses en la cárcel, condenado a devolver un millón de euros ni estar a la expectativa de lo que aún le puede caer.

En sus últimos momentos le deseo, si no lo mejor, al menos que la Justicia brille, se esclarezca la verdad y se administre con equidad. Y cada palo que aguante su vela.

miércoles, julio 14, 2010

La roja

Publicado en Estepona Información el 10/07/2010

Todos, hasta a los que nos confesamos poco futboleros, estamos entusiasmados con “la roja”. Independientemente de la utilización zafia que de los sentimientos se hace por parte de los interesados en mantener el status quo constitucional, bandera rojigualda y monarquía incluida, todos apoyamos al equipo de nuestro país, España. Aunque algunos lo hacemos presididos por una bandera tricolor de esa España Republicana que todos nos merecemos.

Dicho esto, obligada referencia a ese partido mundialista que sin duda ganaremos, hoy quiero volver a hablar de nuestra “roja”, la Sierra Bermeja, roja como su nombre indica y verde esperanza de nuestra tierra, la más impresionante bandera que nadie pudiese imaginar, auténtica insignia que debería presidir constantemente el discurso y la práctica política municipal.

No nos cansamos de hablar excelencias del mayor afloramiento peridotítico, “rojo”, del mundo. De su singularidad, de su belleza, de los diversos peligros a los que está sometida y de las oportunidades de futuro que nos brinda hemos hablado reiteradamente en nuestra columna, aunque parece que el mensaje no ha calado entre los responsables de su cuidado.

Esta semana los dirigentes municipales nos vuelven a sorprender con un nuevo anuncio de mega urbanización, otra vez promovido por la deleznable familia real saudí. La propuesta, nada imaginativa, villas de lujo y campos de golf, ha sido recibida como agua de mayo por los mismos de siempre e incide en la sobre explotación de los recursos naturales y amenaza de nuevo el precario equilibrio del agua y el medio ambiente de nuestra zona.

En lugar de insistir ante todas las administraciones en la defensa del Parque Nacional de Sierra Bermeja, con la protección integral de sus sistemas naturales, geológicos y geográficos seguimos pensando en las promesas del becerro de oro y la exaltación del dinero fácil, aunque venga de la mano de la dictadura más sangrienta de nuestro entorno.

Esperamos que el domingo gane “la roja” en Sudáfrica y que sea el comienzo de un nuevo futuro para la mayor roja del mundo, nuestra Bermeja.

viernes, julio 09, 2010

Prácticas saludables

Publicado en Estepona Información el 03/07/2010

El que no sea capaz de ver que el futuro de los destinos turísticos de calidad está en el fomento de las prácticas saludables y deportivas está fuera de la realidad, inmerso quizá en la abducción provocada por las épocas del desarrollismo feroz.

Sin embargo, lo que parece ser sumarnos desde Los Verdes a la defensa de los llamados hoteles de salud o deportivos, spa y golf generalmente, va en nuestro caso mucho más allá. Creemos agotada la capacidad de clientela de ese tipo de recintos que han venido acompañados de un exceso de construcción, urbanizaciones anejas y un diseño favorecedor de la reconversión en usos residenciales una vez “agotadas” las previsiones de beneficios beneficios de la actividad hotelera. Así, una moratoria en la construcción de grandes hoteles sería posiblemente una buena medida para la salud del mercado y un descanso para el deteriorado medio ambiente de la costa.

Lo que queremos decir es que es posible fomentar otros usos deportivos y saludables desde la adecuada utilización de los recursos, tan generosos, con que la naturaleza ha dotado a nuestra tierra. En plena batalla respecto a los balizamientos de las playas de la localidad echamos en falta zonas apropiadas para el tráfico de pequeñas embarcaciones a remo o a vela, con embarcaderos apropiados para que el turista pueda practicar su deporte favorito de forma segura y agradable.

Una adecuada protección a las riberas de ríos y arroyos, erradicando esas “limpiezas” de cauces en las que la maquinaria pesada es la protagonista, protegiendo y no dañando la fauna y flora que surge en esos entornos propiciaría también el turismo de naturaleza, favoreciendo el avistamiento, la fotografía o la simple admiración del entorno ayudarían también a generar recursos sostenibles y respetuosos con el medio.

Finalmente, la correcta señalización de caminos públicos, vías pecuarias y demás senderos de uso público, atraería la atención de caminantes, caballistas y ciclistas, favoreciendo el turismo cultural y deportivo sin necesidad de construir más moles de hormigón en nuestro territorio.